Las sentencias que anulan las multas por exceso de velocidad derivadas de las mediciones efectuadas por el radar situado en el Bulevar de Santullano, la vía que da acceso a Oviedo desde la autopista "Y", han provocado que el Ayuntamiento tome la decisión de desconectar el aparato. El Consistorio ha apagado el radar para tratar de evitar que se acumulen más reclamaciones hasta que el Centro Español de Metrología emita un informe que certifique la fiabilidad de la cabina en la que está instalado el cinemómetro.

Como publicó en su día en exclusiva LA NUEVA ESPAÑA, existen al menos cuatro sentencias de distintos juzgados de lo contencioso-administrativo de la ciudad que confirman que las multas del radar de santullano no se ajustan a derecho, unos fallos judiciales que obligan al Ayuntamiento a anular multas que rondan los 300 euros e implican la retirada de entre dos y cuatro puntos del carnet de conducir.

Atendiendo a los criterios que fundamentan dichas sentencias, todas las multas impuestas desde el 25 de abril del año 2012, cuando se instaló el radar, no estarían dentro de la legalidad, ya que el Consistorio no ha podido "acreditar" haber realizado en ningún momento la "verificación" necesaria para certificar el correcto funcionamiento del aparato en cuestión. Existen cuatro sentencias en contra del Ayuntamiento, pero hay "al menos otros diez recursos" tramitándose o a la espera de respuesta judicial.

El titular del despacho Moreno Fernández Abogados, Luis Moreno, es quien está logrando conseguir esas sentencias favorables. Una de ellas anula una multa que le impusieron a él mismo a consecuencia de las mediciones del radar del Bulevar de Santullano. Su estrategia para ganar, a grandes rasgos, fue centrarse "en la inexistencia" de ese informe que certifica el correcto funcionamiento de la cabina que protege al cinemómetro, un trámite legal del que no hay rastro a pesar de que el radar lleva funcionando casi cinco años. "Son sentencias pioneras porque hasta ahora los argumentos que se presentaban para recurrir este tipo de sanciones no eran técnicos. Yo trabajo siempre con un especialista técnico que es experto en radares y hemos conseguido demostrar que ese aparato en concreto no cumple con la legalidad. Si no se prueba que la cabina está perfectamente instalada no se puede negar que la velocidad que marca podría estar distorsionada", explica Moreno.