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Un curso completo en Estados Unidos con el patrocinio de Amancio Ortega

Dos alumnos del Loyola pasan un proceso de selección con más de 9.000 aspirantes: "No podíamos dejar pasar esta oportunidad"

Paula Vallejo y Xanán Ruíz, seleccionados por la Fundación Amancio Ortega para disfrutar de una beca en Estados Unidos el próximo curso. MIKI LÓPEZ

"Estábamos en medio de clase cuando ella empezó a gritar", explica Xanán Ruiz. "¡Te dieron la beca! ¡Te dieron la beca! ¡Y a mí también!", le comentó su compañera de 4º de ESO del colegio Loyola Paula Vallejo, que por un momento se olvidó de las explicaciones de la profesora. Esperaba con ansia la publicación de la lista de seleccionados y cuando por fin, el pasado enero, vio su nombre en la resolución de la convocatoria no pudo resistirse a compartir con Xanán Ruiz que ambos habían sido elegidos. "Yo me quedé en plan... Pero... ¿Estás segura?", dice el chico para señalar después que la noticia "fue muy chocante, no me lo esperaba". Sentados uno junto a otro, ninguno puede ocultar su emoción y ambos sonríen al recordar la escena. Y sí, Paula Vallejo, que había mirado la lista "mil veces" para cerciorarse, no se equivocaba. La Fundación Amancio Ortega -el propietario del grupo Inditex- había decidido incluirlos a ambos en el grupo de 500 alumnos que el curso que vienen estudiarán Primero de Bachillerato en Estados Unidos o Canadá con todos los gastos pagados.

Ambos estudiantes, que se van a Madrid a realizar unos cursos de orientación a finales de este mes y participaron en una convocatoria con más de 9.000 aspirantes de todo el país, eligieron Estados Unidos a la hora de realizar sus inscripciones. Aún no saben a qué ciudad concreta les enviarán ni qué familia les acogerá. "Te puede tocar hasta Alaska", dicen los chicos. Pero han comenzado a hacerse a la idea de lo que les espera el próximo curso. "Estoy muy feliz de haberlo conseguido", resalta Xanán Ruiz, quien apunta que le comentó a su madre que le gustaría pasar un año en el extranjero: "Ella encontró la beca, fui a hacer las pruebas y las pasé". Con la misma emoción se expresa Paula Vallejo, que a través de una amiga se enteró de las experiencias que ofrece la beca Amancio Ortega, que ha seleccionado también a María Fonfría, alumna de ESO de La Inmaculada y de piano del Conservatorio de Oviedo. "Siempre había sido mi sueño, era una oportunidad que no podía dejar pasar", destaca Paula Vallejo.

Ambos cuentan con una estancia escolar en Dublín de una semana como experiencia previa, en la que "pasábamos el 90% del tiempo con nuestros amigos". En Estados Unidos la historia será muy diferente. Tienen que permanecer todo el curso en el país norteamericano, incluso durante las vacaciones. Asimismo, las bases de la beca, que además del resultado de las pruebas y las notas de los alumnos tiene en cuenta los ingresos de sus progenitores, explican que las visitas familiares no están permitidas y que sólo se pueden realizarse en circunstancias especiales. Hasta que no les desvelen su destino, de todos modos, no pueden empezar a prepararse a fondo para su nueva vida.

Fútbol y mascotas

De momento sólo saben que deben sacar de sus planes las grandes ciudades, porque "suelen enviar a los becados a sitios más pequeños". Pero debido a la extensión y a la variedad que aglutina Estados Unidos, aún no pueden realizar más preparativos. "Allí cada estado es un mundo", dice Xanán Ruiz. Ya conocen, eso sí, algunas de las particularidades del sistema educativo al que tendrán que adaptarse. "Tienen asignaturas muy diversas", señala Paula Vallejo al tiempo que apunta que "allí los deportes son súper importantes". Un apartado de gran importancia para su compañero de clase. Juega de lateral izquierdo en el Club Deportivo Covadonga y lamenta que el fútbol no sea muy popular en el norte de América. "Allí el 'soccer' no es muy famoso", explica con cara de fastidio.

Los chicos no sólo tienen todos los gastos de transporte, estancia y educación pagados, sino que recibirán también una paga mensual para asumir pequeños gastos. También han escrito una carta que servirá de guía a la Fundación Amancio Ortega para encontrarles una familia. En ella han incluido sus preferencias y detalles sobre sí mismos pero han omitido sus nombres y otros datos personales para evitar que puedan interferir en el proceso. Xanán Ruiz ha contado, por ejemplo, que es alérgico y no pueden convivir con perros ni gatos. Compañeros de piso que no le importaría tener, sin embargo, a Paula Vallejo. "Eso para ti no es un problema", le dice el chico. "Es que a mí me encantan las mascotas", replica ella.

A la hora de nombrar lo que más echarán de menos durante su curso en el extranjero, los dos alumnos, que han recibido la enhorabuena de todos sus compañeros y profesores del colegio Loyola, coinciden. "La familia, los amigos y la tierra. Estaremos lejos de todo lo que conocemos", apuntan al instante sin dejar tiempo alguno a la duda.

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