Ocho carpetas de unos veinte centímetros de grosor, unos 250 planos, decenas de infografías, informes técnicos, cálculos y memorias? Con varios kilos de papel y muchos gigas de datos, los promotores de Gran Bulevar, el complejo previsto para la parcela del Vasco, depositaron ayer en el departamento municipal de licencias el proyecto básico de la idea y ya preparan el inicio de las obras, que esperan concretar en los meses de verano. En los despachos municipales, por tanto, ya tienen el detalle de lo que falta por construir en el agujero negro del urbanismo ovetense, una vez que un consorcio de empresas ha decidido afrontar la recuperación de una zona en la que no se mueve un ladrillo desde hace casi cuatro años. Se trata de la construcción de un complejo lúdico, deportivo, social, turístico y comercial, con una inversión prevista de unos 100 millones de euros, a la espera de generar 1.200 puestos de trabajo.

La ingente documentación entregada ayer incluye las sugerencias que los técnicos municipales añadieron a la vista de los informes preliminares y añade las conclusiones de varios encuentros a dos bandas sobre la propia parcela. Con el proyecto asegurado bajo la licencia en vigor del anterior plan (viviendas y centro comercial), únicamente resta el visto bueno municipal a las últimas modificaciones para que el consorcio de empresas aborde la compra de la parcela al Banco Sabadell, una negociación ya bastante avanzada. Entre la documentación entregada ayer figuran novedosas recreaciones de la parcela en tres dimensiones, elaboradas bajo el formato BIM (Building Information Modeling), un moderno proceso de generación y gestión de datos para edificios.

El proyecto Gran Bulevar para la parcela del antiguo ferrocarril vasco-asturiano prevé además la cesión a la ciudad de 12.000 metros cuadrados de uso público. La nueva superficie tendría acceso desde la calle Gascona y su entorno. Una gran fachada vegetal integrará la parcela con el entorno del bulevar de la sidra.

Los promotores del Vasco mantendrán las tres torres ya construidas para viviendas y levantarán otras tres, para servicios dotacionales. En el bajo rasante, las tres plantas inferiores están destinadas a plazas de aparcamientos, fijas y en rotación; las otras tres serán de uso hostelero, deportivo y comercial, pero fuera del concepto de gran superficie, sino como un nuevo espacio urbano ganado a un solar olvidado. La empresa de servicios Santagadea, con inversiones en Asturias como los bajos de El Molinón y el Talaso de Gijón, figura al frente de un consorcio en el que la constructora Procoin soporta parte del peso de las obras, además de otras cinco empresas asturianas del ámbito de la promoción inmobiliaria y las inversiones.