"¡Oh Gloria!, ¡Otello fu!". Pasaban ya de las dos de la tarde en la plaza del Ayuntamiento de Oviedo y el presidente de la Sociedad Filarmónica de Oviedo, Jaime Álvarez-Buylla, echó mano de las últimas palabras de la ópera de Verdi para resumir la extinción que él y el resto de patronos de la Fundación Premios Líricos Teatro Campoamor venían de certificar. Ese "Otelo fue, Otelo ha muerto" resumía, para Buylla, la gloria pasada y el pasado presente. Con un matiz, añadía: "Deshacerlo es facilísimo, pero lo difícil es hacerlo; tú tiras una pared de ladrillos en dos minutos, pero luego si te dan los ladrillos uno a uno y te dicen que la vuelvas a hacer ya te cuesta más trabajo". Ayer, de ese derrumbe quedaron 95.000 euros de superavit al liquidar la Fundación, que pasarán al Ayuntamiento y con los que el Concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, anunció que se reforzará la programación teatral hasta multiplicar por tres el presupuesto de 2015.

Certificar la muerte anunciada del patronato de la Fundación Premios Líricos, tras la desconvocatoria de la XI edición prevista para este año y la supresión de la ayuda municipal, acordada el año pasado durante la negociación del presupuesto, no llevó mucho tiempo. El patronato presidido por el Alcalde, Wenceslao López, con el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, en la vicepresidencia, con Jaime Martínez (Ópera de Oviedo), Jaime Álvarez-Buylla (Sociedad Filarmónica), Francisco González Álvarez-Buylla (Fundación Musical Ciudad de Oviedo), la directora de la Fundación, Inés Argüelles y la concejala del PP María Ablanedo acordó por mayoría extinguir la Fundación.

Sólo Ablanedo votó en contra, y lo hizo, explicó, para dejar constancia de su oposición a los motivos esgrimidos por el tripartito para liquidar los Premios Líricos.

El Equipo de Gobierno, como ayer reiteró el concejal Roberto Sánchez Ramos, tiene motivos políticos y jurídicos para acabar con la Fundación. Porque en todos estos años ha ido perdiendo el colchón de una financiación privada que pudiera sostenerlos, porque es mucho dinero para gastar en un solo día y porque, jurídicamente, las leyes de Montoro obligan a disolver este tipo de Fundaciones que no son sostenibles salvo con ayudas públicas. "Por eso no entiendo que María Ablanedo", apostilló Sánchez Ramos, "vote en contra de algo a lo que nos obliga una ley elaborada por su partido".

Sánchez Ramos destacó el destino del dinero que dejan en caja los Premios Líricos al disolverse y que permitirá programar más teatro en el Campoamor, el Filarmónica, Trubia y Pumarín, hasta reunir 276.000 euros en artes escénicas para este año, anunció. Ahora quedan un par de trámites (registro de Fundaciones del Principado y paso por la notaría) para que los Premios Líricos desaparezcan completamente. Queda en el aire la idea de que la asociación Opera XXI, como se anunció en su día, retome la iniciativa. Patronos como Jaime Álvarez-Buylla o la concejala del PP María Ablanedo, confían en que será así. "Acabará saliendo en otra ciudad, es una idea muy buena que, como otras, hemos dejado que se vaya", lamentó la edil del PP.