Dos de los restaurantes señeros de Oviedo dejarán de formar parte de la ruta gastronómica de la ciudad con cuatro días de diferencia. La Goleta, en la calle Covadonga, cerró hoy sus puertas y Casa Conrado, en Argüelles, aguantará al menos hasta el domingo. Así lo ha confirmado la familia propietaria de los dos negocios, descendiente del fundador Conrado Antón Díaz. La crisis les ha obligado a echar el cierre después de 47 años de historia y a decir adiós a una clientela fiel que no sólo acudía a los restaurantes para comer, sino para reunirse y tomar algunas de las decisiones más importantes para el rumbo de la ciudad.

Decenas de tertulias tuvieron su sede en alguno de los dos restaurantes e incluso las reuniones del jurado del premio "Ovetense del año" se celebraban en Casa Conrado, donde se celebraron galas culturales, eventos literarios y era sitio de paso obligado para los galardonados con el premio "Princesa de Asturias".

Conrado Antón Díaz y su esposa Jesusa Pertierra inauguraron Casa Conrado hace 47 años, aunque primero se llamó El Cervantes y estaba en la misma calle, a unos metros del actual establecimiento. Su hijo Marcelo Conrado Antón cogió años más tarde las riendas del negocio y en 1980 abrió La Goleta. En la actualidad, los hijos de Marcelo Conrado, Javier y Laura, estaban al frente. Él en Casa Conrado y ella en La Goleta.