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JUAN DÍAZ | Jefe de Delincuencia Económica y Tecnológica de la Policía Nacional en Asturias, habló ayer para los alumnos del IES de La Corredoria

"Con la crisis, entrar en la Policía es una buena opción laboral"

"Al ladrón de guante blanco se le pilla mal, se rodea de economistas y abogados y van siempre al límite de lo legal"

Juan Díaz, ayer, en el Instituto de La Corredoria. LNE

"La Policía es como un árbol con muchas ramas". De ahí la gran cantidad de opciones de futuro que el comisario Juan Díaz, jefe de Delincuencia Económica y Tecnológica de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, expuso ayer a los alumnos del instituto de la Corredoria en las Jornadas de Orientación del Centro. El cuerpo supone, además, "una buena opción" laboral para muchos asturianos. Cuando se trata de delitos económicos, el inspector Díaz destacó que "la acreditación de hechos es muy complicada, es difícil alcanzar pruebas objetivas".

- ¿Es la Policía un destino atractivo para los estudiantes?

-Sí. Y para los asturianos en general cada vez más. En el Principado, la crisis industrial y de empleo ha hecho que entrar en la policía sea una opción de futuro para mucha gente.

- ¿Por el sueldo y la estabilidad?

-Sobre todo por eso. Te conviertes en un funcionario. En el caso de los inspectores, del grupo A1, y en escala básica, del C1. Es una vía muy atractiva para desarrollar la carrera.

- ¿Llegan los solicitantes muy influenciados por el cine y la televisión?

-Sí, pero aunque tiene algo que ver con la realidad, es ficción. Una vez estás dentro te das cuenta de que la Policía es como un árbol con muchas ramas. No es solo la seguridad ciudadana.

- ¿Qué volumen de trabajo tiene su unidad?

-En Oviedo manejamos unas mil denuncias al año. Hacemos una criba y vemos los temas que deben ser investigados. Más luego todo lo que nos puede llegar de los juzgados o de colaboraciones de otros lugares.

- ¿Por qué cree que existe la sensación en la ciudadanía de que los delitos económicos o de corrupción se castigan menos que otros cometidos producto de situaciones desesperadas?

-En los delitos económicos la investigación y acreditación de hechos es muy complicada. En cambio, al que roba una gallina, si lo pillas con la gallina, el cuchillo y hay un testigo que lo identifique, es mucho más sencillo. Un señor que se dedica a los delitos de guante blanco suele tener abogados y demás, lo que, quieras o no, le ayuda en cierta medida. Y el juez tiene que ir en función de lo que puedas acreditar, que muchas veces son indicios porque alcanzar pruebas objetivas es complicado.

- ¿Se topan a menudo con elementos de obstrucción como las empresas pantalla?

-Utilizan muchas cosas que están al límite de la legalidad. Se mueven entre lo que es infracción administrativa y lo que es delito.

- Vamos, que saben lo que hacen.

-Y tienen gente que se lo hace, economistas principalmente. Siempre van buscando el límite para actuar ahí.

- ¿Qué tipo de profesionales trabajan en estas unidades policiales?

-Yo soy licenciado en Derecho y en nuestro equipo hay un ingeniero químico y gente con formación en Económicas o Informática. También tenemos especialistas en delitos relacionados con tarjetas de crédito que acreditan años de experiencia.

- En Asturias, ¿cómo se lucha contra este tipo de delitos?

-Hay dos grupos, uno en Oviedo y otro en Gijón. En Gijón son unas diez personas y nosotros somos siete. Colaboramos entre nosotros y también podemos pedir apoyo a las unidades centrales si lo necesitamos.

- ¿Han aumentado las denuncias por delitos económicos y tecnológicos?

-Se han incrementado las estafas por internet, sobre todo relacionadas con las tarjetas de crédito. Son muy difíciles de abordar porque las tarjetas robadas en Estados Unidos se utilizan en Europa, y viceversa. No suele haber muchas vías para investigar estos delitos. Nos toca recurrir a la información que pueden facilitar las empresas pero en muchas ocasiones, al estar en el extranjero, es necesario contar con una comisión rogatorio, que no se consigue fácilmente, y menos para estafas de cuantías bajas.

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