El TSJA condenó ayer al concejal de Economía Rubén Rosón a tragarse las palabras con las que recibió, en enero, la reclamación de 29 trabajadores de La Auxiliar de Recaudación que exigían subrogarse a la plantilla municipal al entender que en el paso de la gestión de tributos de lo privado a lo público se había producido una sucesión de empresas. "Nos quieren colar a sus trabajadores por la puerta de atrás, es una desvergüenza, en este Ayuntamiento, con este gobierno, no va a entrar nunca nadie más a dedo o por atrás", había declarado entonces. Y no por la puerta de atrás, pero sí por la sentencia de la sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, los 29 empleados de la contrata que gestionaba la gestión de los tributos ovetenses, tendrán que ser readmitidos de forma inmediata y asignados a los mismos puestos de trabajo que tenían en la empresa privada con las mismas condiciones laborales.

El TSJA comunicó ayer que, dando por buenos los razonamientos del abogado de los trabajadores, Federico Recalde, entre la Auxiliar de Recaudación y la puesta en marcha del nuevo servicio municipal de recaudación se produjo una sucesión de empresas. La sala basa su decisión en el conjunto de programas informáticos que el Ayuntamiento solicitó a La Auxiliar de Recaudación para poder seguir con el servicio y expone las reiteradas sentencias que incorporan a la jurisprudencia nacional las directivas comunitarias en las que cuando se produce la transmisión de los medios esenciales para desarrollar una actividad la nueva empresa o la administración pública debe hacerse cargo también de los trabajadores.

Para el TSJA no hay duda de que los programas informáticos, tanto los que ya eran de titularidad municipal como los que desarrolló la propia empresa, eran medios esenciales para gestionar los tributos. Y lo corrobora con el "proceder del Ayuntamiento", cuando al requerir estos materiales, el 28 y 29 de diciembre del año pasado, "recuerda lo esencial de dicha entrega y a fin de garantizar la continuidad del servicio y la prohibición de paralización de los servicios municipales". Añade, además, que la "imprescindibilidad" del software que La Auxiliar entregó al Ayuntamiento se observa también "en que éste hubo de contratar formación informática para el personal adscrito al servicio de Recaudación integrado solo por nueve trabajadores".

La sala todavía refuerza con un testimonio más la importancia de los programas informáticos, al citar que el actual jefe de sección de Recaudación reconoció en el juicio que "no se concibe que se pudieran gestionar los tributos e impuestos de un Ayuntamiento con el volumen de población como el de Oviedo sin un software de aplicación", dándose en este caso la circunstancia de que los únicos programas con los que contaba el Ayuntamiento eran los que le transmitió La Auxiliar.

Todos estos razonamientos llevan al TSJA a concluir que sí hubo una sucesión de empresas, pues se transmitió un medio esencial para el desarrollo de la actividad, y, por tanto, la negativa del Ayuntamiento a admitir este hecho y subrogar a los trabajadores constituye un "despido colectivo nulo".Despido nulo

La sentencia aclara que no afecta a esta situación de despido nulo que La Auxiliar mantenga una pequeña parte de su plantilla y que, por otra parte, el Ente Público de Servicios Tributarios del Principado, codemandado en este proceso, no tiene ninguna responsabilidad al no habérsele transmitido ningún elemento esencial para la continuidad del servicio.

El Ayuntamiento dispone ahora de un plazo de cinco días hábiles para decidir si plantea un recurso de casación ante el Supremo, cuya resolución podría alargarse incluso más de dos años. La sentencia del TSJA forzó una reunión de urgencia del tripartito de la que los socios de gobierno no salieron con una idea clara sobre los pasos a seguir. Aunque fuentes próximas al equipo de gobierno habían deslizado la idea de que había un comunicado ya redactado en el que se iba a anunciar que el Ayuntamiento no presentaría recurso, a última hora de la tarde la nota de prensa oficial se limitaba a indicar que el equipo de gobierno, abogacía consistorial y técnicos municipales "están valorando la pertinencia de presentar" el recurso.

En todo caso, el próximo jueves a las tres de la tarde finaliza el plazo para presentar el recurso y en torno al 31 de marzo el Ayuntamiento ya tendrá que haber empezado a incorporar a los 29 trabajadores de La Auxiliar.

Sea con carácter provisional o definitivo, dependiendo de si hay o no recurso, el Ayuntamiento tendrá que empezar a pagar la nómina a los trabajadores con los atrasos acumulados desde el 19 de enero, teniéndolos en casa o incorporados a sus nuevos puestos de trabajo.

Con parte del servicio de Recaudación en manos del Principado, queda la duda de si el Ayuntamiento necesita todos esos trabajadores o si podrá individualmente negociar otros destinos, en comisión de servicios, para parte de esos técnicos. Otra posibilidad pasaría por explorar una extinción del convenio con el Principado, si hay común acuerdo entre las administraciones, y que el Ayuntamiento se haga cargo de todo el servicio de recaudación. El personal de Recaudación se incorpora a la plantilla como personal laboral indefinido no fijo, sin que pese sobre ellos ninguna limitación al ser una consecuencia directa de la aplicación del Estatuto de los Trabajadores. Pasado un tiempo, el Ayuntamiento puede sacar a concurso estas plazas y convertirlas en puestos fijos.