"Cambiaron la túnica por el pantalón vaquero y una camisa deportiva. Dejaron el culto y se fueron al campo. Cientos, miles, de jóvenes optaron por la solución intermedia del Naranco para disfrutar las fiestas de Semana Santa. ¿Es esto bueno, malo o regular? Cada uno tiene su opinión. Pero hay una cosa cierta y evidente: las costumbres han evolucionado y con ellas el sentido religioso de la gente.