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Los cultivos del Paraíso

La planta de los milagros

Flores de kalanchoe. Pelayo Fernández

Era un niño un poco rebelde, algo desobediente. Al llegar las vacaciones cogía la bicicleta y no se apeaba de ella prácticamente en todo el día. Eran habituales las caídas y en pocos días ya tenía las rodillas llenas de rasguños, arañazos y heridas. Las marcas de guerra se mantenían durante todo el verano.

Su madre, desesperada, ya no sabía que hacer con él, ya que se pasaba el día curándole las heridas, que no llegaban a secar, aunque le preparaba una cataplasma para que cicatrizasen rápido. Lo hacia con las hojas de una planta que tenia en una maceta en la cocina, se la había regalado una vecina que utilizaba todo tipo de plantas para solucionar los problemas de salud.

Perteneciente al género Kalanchoe, es conocida comúnmente también con ese nombre. Cuenta con cientos de especies, y es muy popular para cultivo en maceta. Requiere de sustratos sueltos y si lo plantamos en el terreno, bien drenado. Es una planta crasa -interesante para quienes sean despistados con el riego-. Sus hojas carnosas, verde brillante, albergan en su interior gran cantidad de agua, no necesita humedad en exceso y riegos mas bien escasos, cuando la planta ya esta prácticamente seca. Si la cultivamos dentro de casa el lugar más luminoso será el ideal; si por el contrario va al jardín lo mejor será una zona de semisombra o aquel lugar en el que este a salvo del sol del mediodía.

Aguanta hasta cierta temperatura, pero cuando ésta baja hasta aproximarse a cero grados, la planta empieza a tener serios problemas. Es interesante abonar con guano, sobre todo aquellas variedades con flor, para que broten con más intensidad y que una vez pasada la floración, no se deshagan de ella y vuelva a florecer si se la somete a una sesión intensiva de luminosidad.

Para ello, durante cierto tiempo, debe recibir unas diez horas de luz al día. Con eso tendremos asegurada la siguiente floración. Una vez terminada hay que podar, eliminar las flores y ramas secas. En ejemplares muy adultos debe podarse de manera más severa, para rejuvenecer la planta.

Es una especie ideal por su pocas necesidades y su resistencia a plagas y enfermedades, siendo quizás la cochinilla la mayor amenaza.

En cuanto a las enfermedades más frecuentes, nos enfrentamos a problemas de pudrición de la raíz por un exceso de agua, o la aparición de hongos, como el oídio, que, en caso de que se den las circunstancias ideales, se desarrolla sobre las hojas. Es un polvillo blanco que se puede eliminar fácilmente pulverizando con un macerado de cola de caballo, o con cobre.

La reproducción mediante semillas es relativamente sencilla de realizar. El semillero debe hacerse en primavera, manteniendo ligeramente la humedad hasta que germine.

Es un proceso lento, así que aconsejo el esqueje, que es más rápido. También se hace en primavera. Colocaremos los esquejes en una mezcla de turba y arena a partes iguales. En muy poco tiempo habrá enraizado. Este sistema es válido para los kalanchoes de flor. Existen otras variedades de kalanchoe con los que quizás no estemos tan familiarizados, ya que carecen de flores tan llamativas como los pertenecientes a la especie blosfeldiana, pero que también tienen su belleza, como el kalanchoe daigremontiana.

Este kalanchoe no tiene una flor tan llamativa y colorida pero por lo peculiar de sus hojas hacen que sea interesante desde el punto de vista ornamental, pues en sus bordes crecen pequeños hijos que al desprenderse y caer sobre el suelo enraízan y da lugar a un nuevo ejemplar.

Actualmente, esta planta no solo se usa por su valor ornamental, sino que hay ciertas variedades, como la citada daigremontiana o la pinnata que en medicina tradicional se han utilizado durante años.

Con ellas pueden hacerse ungüentos que ayudan a cicatrizar heridas. También son antihemorrágicas y antiinflamatorias. En infusión pueden consumirse para solucionar problemas de diarrea e hipertensión, así como trastornos renales.

Últimamente, la planta se está haciendo muy popular como una supuesta alternativa para matar las células cancerígenas.

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