"El cientificismo es un fundamentalismo de la ciencia que se comporta de forma expansiva e imperialista, tratando de totalizar el mundo desde un punto de vista científico: éste es el mito del mundo que trato de destruir". Ésta es una de las "tarjetas de visita" intelectuales que ayer mostró Andrés González Gómez en su visita a la Fundación Gustavo Bueno, de Oviedo, donde pronunció la conferencia titulada "El materialismo histórico contra el cientificismo".
A juicio de Andrés González, el materialismo filosófico, a la hora de enfrentarse con el fundamentalismo científico, "tiene que comportarse como un sistema de materialismo histórico dialéctico, un sistema estromático en vez de axiomático, que debe basarse en tesis, no en principios".
El ponente es profesor de Filosofía en el Instituto de San Vicente del Raspeig (Alicante) y profesor asociado de Sociología en la Universidad de Alicante. Sociólogo y filósofo, con anterioridad había intervenido en la Fundación Gustavo Bueno, y había publicado algunas reflexiones en las revistas "El Basilisco" y "El Catoblepas".
Fruto de su seguimiento de las actividades de la Escuela de Filosofía de Oviedo, Andrés González dedicó una parte de su conferencia de ayer a rebatir la teoría de la idea de sistema expuesta por David Alvargonzález el pasado 24 de octubre en la Fundación Gustavo Bueno. "Las categorías científicas no son sistemas coordinados por principios, como defiende el profesor Alvargonzález; y no lo son por el propio entretejimiento dialéctico entre ellos", argumentó el filósofo alicantino.
El ponente habló de gnoseología, ontología, de la idea del Universo, del puesto que le corresponde al ego trascendental en el Universo, de cuestiones de dialéctica. Andrés González detalló los términos de "un encontronazo dialéctico" en el que "el materialismo filosófico tiene que atajar el avance del fundamentalismo científico, debe detener la idea del progreso indefinido y de la infinitud de los límites del Universo".
En este debate -defendió-, el materialismo histórico debe emplear la figura de la anástasis para estudiar la unicidad y la finitud del Universo. "Hay que hacer una defensa de los límites históricos del Universo. La idea de mundo es mitológica. En lugar de mundo hay que hablar de Universo", enfatizó el ponente, quien en este punto se mostró particularmente beligerante: "La expansión de los límites del Universo hasta el infinito pretende desbordar el propio Universo y situar al hombre en el punto de vista de Dios, atribuyéndole la omnisciencia que la teología atribuye a Dios". Es ésta la concepción a la que Andrés González pretende poner coto. Y para defender los límites históricos del Universo, su finitud histórica, propuso recurrir al "el ego trascendental, mediante la anástasis". "En este movimiento dialéctico, el materialismo filosófico tiene que aproximarse al materialismo histórico hasta casi confundirse con él", apostilló.
