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BEGOÑA GUTIÉRREZ

"Me gusta cocinar para los amigos, que vengan a casa y verlos irse felices"

"Éste es un plato muy melosín: lleva verduras, pescado, mucha mar; no sólo está muy rico, sino que es muy fácil de hacer y es digestivo"

"Me gusta cocinar para los amigos, que vengan a casa y verlos irse felices"

Si algo define a Begoña Gutiérrez Fombella es su sonrisa, una sonrisa amplia, cordial y luminosa con la que recibe a todo el mundo en su casa de Oles, en Villaviciosa, un pequeño paraíso que ha sabido vestir de encanto y belleza. Nacida en Gijón reside desde hace 36 años en su casa de Oles, a la que ella y su marido empezaron a acudir los fines de semana hasta que se convirtió en residencia habitual.

Simpática y entrañable, recuerda como se inicio en la profesión por la que es reconocida como una gran artesana del azabache. "Estaba plantando un rosal y me encontré una piedra de azabache. Era una señal y, cuando finalmente elegí este lugar para vivir, decidí también convertirme en azabachera", recuerda, mientras prepara con una admirable rapidez unos fideos con pescados de la mariña, plato que cocina para los lectores de LA NUEVA ESPAÑA desde la preciosa casa que tiene mirando al mar, en un rincón del que resulta difícil marcharse.

"Soy autodidacta, me enamoré del azabache y decidí que aprendería a trabajarlo. Empecé haciendo cosinas como unas ciguas del siglo XVII, trisqueles, esas cosas, pero lo mejor vino cuando Avelino Solares me enseñó a trabajar en el banco tradicional. Eso marcó un antes y un después en mi vida. Yo creo que todos los artesanos deberíamos beber de las fuentes antiguas, tener esos conocimientos para luego evolucionar. Yo, que doy talleres de azabachería, a todas mis alumnas les enseño primero a trabajar en el banco tradicional", recuerda.

Keka Luna es el nombre con el que se conoce su obra, que cuenta con numerosos seguidores, entre ellos gente famosa como recuerda la propia Begoña: "Piezas mías las tienen, por ejemplo, Fernando Guillén Cuervo, Carlos Sobera, la madre de Gloria Estefan, Juanma Castaño, la escritora María Teresa Álvarez, Juan Ramón Lucas y su mujer Sandra Ibarra", enumera, mientras ultima esos fideos marineros que aroman su casa que es, al tiempo, su refugio y el de cuantos amigos tiene, que son muchos. "Disfruto cocinando cuando lo hago para los amigos. Me encanta verlos a gusto, compartir una jornada con ellos aquí, echar unas risas, tomar sidrina, compartir lo rico de cada día y verlos marcharse felices", dice. Respecto al plato de hoy afirma que "ye un plato muy melosín, lleva verduras, pescado y mucha mar. Está muy rico y es ligero y digestivo".

Para Begoña, su casa, en Oles, es el lugar del mundo en el que se siente bien. Feliz. Creativa. Allí le gusta recibir a todo el mundo, tanto a los que van al taller o a adquirir alguna de sus piezas -todas muy personales y únicas-, como a quienes por allí pasan de casualidad. "Me gusta mucho la gente, recibirlos, charlar, echarnos unas risas y ver pasar la vida de la forma más agradable posible", afirma.

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