"Las dos están estables, hay que esperar", han declarado esta mañana a LA NUEVA ESPAÑA los padres de las dos niñas que ayer jueves fueron atropelladas en Trubia por un autobús escolar. Una de ellas, de 12 años, sufre lesiones cerebrales graves, y la otra, de 14, un traumatismo torácico menos grave. Ambas están ingresada en la uvi pediátrica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La menos grave seguramente pasará a planta en pocos días. "Confiamos en que se recuperen, por el momento parece que las cosas van bien", señalaron los padres de Miriam D. Q., vecina de San Claudio (la más grave), y de Carla F. Q., de Sograndio. Las menores son primas.

Los padres de las niñas comparten la versión de los hechos facilitada por los testigos del suceso: "Fue una imprudencia de la crías", han explicado a este periódico.

Como cada mañana, ayer las niñas tomaron un autobús urbano para ir a clase al instituto de secundaria de Trubia. En vez de bajarse en la parada situada justo al lado del centro escolar, siguieron hasta la siguiente, emplazada delante de la vieja iglesia de la Fábrica de Armas, que carece de arcén, de acera y de paso de cebra. Se bajaron, cruzaron la carretera por detrás del bus y justo al pasar al otro carril de la calzada fueron atropelladas por otro autobús que circulaba en dirección contraria y transportaba a compañeros del instituto provenientes de Quirós. Su chófer no vio a las niñas hasta que prácticamente ya había impactado contra ellas, con un golpe que incluso causó una rotura en la luna delantera del autobús.