El Arzobispo Jesús Sanz Montes intentó ayer rebajar la tensión entre el Cabildo y el Ayuntamiento de Oviedo después de la suspensión del tradicional caldo de Ramos, así que en su homilía de la misa solemne en la Catedral, se refirió a los "caldos que se nos enfrían y que habrá que volver a calentar" y al acabar habló de las puertas que "están absolutamente abiertas". En sus desavenencias con el Ayuntamiento, el Arzobispo respalda al Cabildo, en una actitud que califica de "legítima" y que está causada por su "malestar por muchos temas".

En concreto, Jesús Sanz se refirió a los conciertos en la plaza de la Catedral y la preservación del monumento. "Yo he visto caer piedras de la fachada por los decibelios; está peligrando el edificio, que no es un edificio cualquiera", comentó.

La mañana de Ramos comenzó en la iglesia de San Tirso El Real, con la bendición de las palmas y los laureles. Tras dar una vuelta por la plaza de la Catedral, hacia las doce, la procesión entró en el templo y comenzó la misa.

A la celebración asistieron, cada uno sentado en un banco y sin distinguirse del resto de los fieles, el líder de la oposición municipal, Agustín Iglesias Caunedo; la concejala María Ablanedo, también del PP, y el portavoz de Ciudadanos, Luis Pacho.

El Arzobispo hizo referencia a ellos desde el altar mayor, reconociéndoles su "apuesta discreta pero firme" por la fe y que, a su juicio, es compatible con "el buen hacer en beneficio de un pueblo que es, en su mayoría, creyente"."Una muestra de diálogo"

Iglesias Caunedo lamentó a la salida de misa que, con la suspensión del caldo -una decisión que el Cabildo adoptó por la escasa receptividad del Ayuntamiento y la mala experiencia del año pasado-, se haya roto una tradición que, según sus palabras, "era una muestra de diálogo, tolerancia y de relación normal entre dos instituciones que tienen mucho en común". "Todas las personas que hoy han venido a misa, además de creyentes, son ciudadanos y es normal que quieran sentirse representados por su Corporación", agregó.

Luis Pacho quitó dramatismo a la situación y opinó que "la tradición se puede recuperar, otra cosa son los premios líricos, que son irrecuperables, y otros asuntos de más calado. Hay cosas más importantes que un caldo". Lo que le resulta "extraño", según explicó, es que los servicios de Protocolo consistoriales no respondieran a la invitación al caldo que el Cabildo cursó a la Corporación este año.

A pesar de todo, ayer el Arzobispo reconoció al equipo de gobierno municipal su aportación a la celebración del Domingo de Ramos, con la Banda de Música "Ciudad de Oviedo", que participó en la procesión, y reforzando la seguridad en la plaza. "Ha sido un gesto amable del Ayuntamiento", agradeció.

En su sermón Jesús Sanz invitó a los católicos a llevar las celebraciones de la Semana Santa más allá de lo turístico e hizo referencia al esfuerzo de las cofradías y hermandades.