La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Urbanismo afirma que ultima el permiso para la obra del octogenario aislado en Vallobín

Del Páramo achaca el retraso a fallos de la empresa en la tramitación: "Habríamos tardado un mes si todo estuviese correcto"

Carmen Fraga tras la silla de Manuel Argüelles, su esposo, ante la mirada de Amelia Lerma, una vecina, en su domicilio de Vallobín. FERNANDO RODRÍGUEZ

"Si toda la documentación se hubiese entregado de forma correcta desde el principio, en un mes se había solucionado el problema". El concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), achacó ayer el retraso de la obra que necesita un vecino de Vallobín para salir de casa a los errores cometidos por la empresa que ejecutará los trabajos en el proceso administrativo previo a la reforma, y no al atasco burocrático que hay en su área. Destaca, además, que el expediente se encuentra en su fase final y que la plataforma elevadora que necesita Manuel Argüelles para librar los obstáculos de su portal podrá empezar a construirse "en los próximos días".

Argüelles, transportista jubilado de 83 años, sufrió un problema cardíaco en noviembre de 2015 que se unió a la artrosis que sufre desde hace años y una operación de rodilla de la que no se ha terminado de recuperar. Una situación que le mantiene desde entonces postrado en una silla de ruedas con la que tiene muchas dificultades para salvar el tramo de escaleras y la empinada rampa que separan la calle del ascensor de su edificio, en la calle Marcelino Suárez. La última vez que salió a la calle fue en febrero para ir al hospital acompañado de su mujer, Carmen Fraga.

Para resolver esta situación, la comunidad de vecinos aprobó hace algo más de un año colocar una plataforma elevadora. Los vecinos esperan desde entonces a que comience una obra cuya derrama ya ha sido pagada. Y a medida que crece el retraso, aumenta el malestar del octogenario y su mujer, hartos de su aislamiento.

El concejal de Urbanismo explica, sin embargo, que no fue hasta finales de mayo del año pasado cuando la empresa encargada de la instalación presentó el proyecto para conseguir un permiso municipal y empezar la obra. Desde el departamento de Licencias emitieron una respuesta con la que pidieron que los responsables subsanasen los errores cometidos en la tramitación. No habían incluido la memoria de incendios ni los planos, dos elementos fundamentales para que el Ayuntamiento pueda dar el visto bueno a la obra. Ignacio Fernández del Páramo señala que no fue hasta siete meses después, en diciembre, cuando Urbanismo recibió la documentación completa y debidamente cumplimentada. El técnico encargado del proceso terminó de verificar todo el papeleo el día 30 de enero y el permiso fue concedido una semana después. De ahí que el edil defienda que el personal de su departamento cumplió su cometido con celeridad y que son los fallos cometidos por la empresa los que han retrasado la obra. "Tardamos un mes en tramitarlo", señala Del Páramo, al tiempo que apunta que "los trámites de los asuntos de movilidad se resuelven bastante rápido". La corrección de errores, no obstante, no terminó ahí. Pues en su última comunicación Licencias exigió a la empresa cambios en el proyecto ya que cuando se realiza una obra de estas características se deben eliminar todas las barreras que dificultan, por ejemplo, el paso de sillas de ruedas. Así, se notificó a la empresa que además de la plataforma elevadora debía incluir en los planos una forma de salvar el bordillo que separa el portal de la calle.

Estas correcciones ya han sido realizadas y se entregaron de nuevo a Urbanismo el pasado día cuatro. El personal de Licencias analiza de nuevo toda la documentación y no pasará mucho tiempo , según Del Páramo, antes de que conceda su visto bueno a unas obras que permitirán a Manuel Argüelles volver a salir a la calle con regularidad. "Está en el despacho del arquitecto municipal que responderá en unos días", sentencia el edil de Somos.

Compartir el artículo

stats