Le pidieron que se colocase frente a la imagen del Cristo de la Sentencia. La imagen acababa de salir del edificio histórico de la Universidad de Oviedo para recorrer, a hombros de los costaleros de la Hermandad de los Estudiantes, las calles del centro. Y Belén Fernández, natural de Tineo pero afincada en Oviedo, se colocó allí mismo sin saber muy bien lo que estaba pasando. La Asociación de Antiguos Tunos de la Universidad de Oviedo terminó poco después una de las canciones con las que puso melodía a la "Madrugá", que marchó la madrugada del Viernes Santo y formó luego un pasillo que cruzó el costalero Maykel Ovies, de 32 años, para arrodillarse frente a ella ante la multitud que contemplaba la escena y mostrarle el anillo con el que le pidió matrimonio.

"Ni me lo pensé, dije que sí de inmediato", destaca la prometida, que forma parte de la Agrupación Musical "San Salvador", encargada de marcar el ritmo de la procesión. "Fue un momento muy emocionante" que quedará marcado para siempre en la vida de Belén Fernández, quien reconoce que se sintió "como si estuviese en una nube".

Para que todo saliese perfecto su futuro marido sólo contó su plan a un puñado de personas de la hermandad y de la banda de músicos. Los imprescindibles para mantener una sorpresa que se agarró al cuerpo del novio en forma de nervios mientras daba los primeros pasos con el Cristo de la Sentencia sobre su espalda. "Iba histérico perdido", reconoce Maykel Ovies, ovetense, de 32 años. Aprovechando que la imagen se detuvo para que la tuna universitaria la homenajease con sus instrumentos y sus voces, salió del paso para poner su plan en marcha. Todo salió a pedir de boca. "Ella no tenía ni idea, habíamos hablado del tema pero no se esperaba que fuese a proponérselo", explica el costalero entre risas. Sellaron el "sí, quiero" con el beso que resume una historia que ya ha llegado a todos los puntos de la ciudad. La pedida, además, fue incluso bendecida por uno de los párrocos que acompañaba la procesión, Alberto Reigada, y celebrada con la interpretación de "Las mañanitas" por parte de la tuna universitaria.

La pareja empezará en breve a "hablar de fechas" y disfruta de un momento que quedará para siempre en el anecdotario de la Semana Santa ovetense. "Vaya la que lié", comenta Maykel Ovies, con tono de felicidad en una voz cortada por las risas. Un amor con bendición clerical incluida y un matrimonio que comienza a los pies del Cristo de la Sentencia.