Los músicos de Oviedo llevan más de un año y medio peleando para que el Principado reforme la Ley de Espectáculos Públicos y permita la música en directo en los bares de la ciudad que están insonorizados. "No entendemos por qué un reproductor de música es legal y los que tocamos no", señala Jorge Otero Fernández, que además del líder de "Stormy Mondays" es el portavoz de la asociación de Músicos y Músicas d'Uviéu.

Varias asociaciones de vecinos de la ciudad, sin embargo, se niegan a aceptar esa posibilidad. Colectivos como Fegea, Plaveco o las asociaciones englobadas dentro del grupo de independientes, consideran que los conciertos pueden perjudicar gravemente la salud de los ciudadanos que residen cerca de los bares en los que se celebran. "Un exceso de ruido daña el organismo y puede causar la muerte; lo dicen los médicos", defiende Juan García Alonso, presidente de la asociación de vecinos "Oviedo Antiguo" quien apunta, además, que "la música grabada está controlada por limitadores, pero hacerlo con una batería en un bar es imposible".Movilizaciones

Los músicos, por su parte, consideran que las actuaciones en directo ayudan a fortalecer el nivel cultural de la ciudad y nada tienen que ver con el ocio nocturno de los "botellones" y los actos vandálicos que molestan a los vecinos. Están, además, decididos a salir a la calle para expresar sus reclamaciones. "Si no obtenemos una respuesta del Principado tendremos que movilizarnos para que nos hagan caso".