Los músicos de Oviedo le dieron tres semanas al Principado para que acepte sentarse con ellos a debatir sobre la ley que impide los conciertos en directo en los bares acondicionados -aquellos insonorizados para "pinchar" música grabada hasta noventa decibelios- y el próximo viernes día 12 de mayo se termina el plazo. Si los representantes del Principado no les llaman antes de esa fecha, si el colectivo no consigue cerrar una reunión con el gobierno regional para plantear los motivos por los que consideran que la ley ha de ser modificada, el gremio comenzará a preparar una protesta que levanta expectación solo con enunciarla: músicos de toda Asturias se reunirán en la calle Uría para tocar al unísono una misma canción con instrumentos de todo tipo.

"Esperemos que nos llamen antes para no tener que tomar Uría porque nosotros queremos que las cosas se solucionen con diálogo", asegura Jorge Otero, líder de "Stormy Mondays" y portavoz de la Asociación de Músicos y Músicas d'Uvieu (MÚ). Otero confía en que les suene el teléfono porque el consejero de Presidencia, el socialista Guillermo Martínez, dijo durante su última intervención en la Junta General del Principado que el gobierno regional está al tanto de la polémica que se ha montado en Oviedo con respecto a los conciertos en los bares y que se pondría en contacto con las diferentes partes implicadas, entre otros los vecinos, los hosteleros y los propios artistas. "La Consejería es consciente de que el tema ha vuelto al debate público y nosotros vamos a abordarlo. No vamos a mirar para otro lado porque estamos aquí para solucionar los conflictos y por eso tenemos previsto reunirnos cuanto antes con las partes implicadas", dijo exactamente el consejero, que se comprometió a impulsar el debate.

Guillermo Martínez, no obstante, también dejó claro en la Junta que el Principado no permitirá la música en directo en los bares "hasta que haya un consenso entre todos los sectores afectados", una situación de unidad que para el colectivo de músicos se está consiguiendo en Oviedo. "Cuando nos reunamos les explicaremos que contamos con miles de firmas apoyándonos, que tenemos a nuestro lado a muchas asociaciones de vecinos, a profesores de la Universidad, que contamos con el visto bueno de formaciones políticas de todos los colores... Se darán cuenta de que los que protestan airadamente contra los conciertos sólo son unos pocos", afirma Jorge Otero. Y es que los músicos aún no entienden cómo está permitido que se ponga una canción en un local a un volumen controlado y no sea legal que un músico la interprete con un instrumento sin sobrepasar el límite establecido de decibelios.

Mientras, algunos colectivos, especialmente la Asociación de Vecinos del Oviedo Antiguo sigue luchando para evitar que el Principado cambie la Ley de Espectáculos Públicos. El presidente de estos últimos, Juan García, considera que hacerlo sería un "golpe al sistema democrático". "Es insólito que alguien que está cometiendo un delito, o sea vulnerando una ley en vigor, se permita coaccionar, casi chantajear, a un gobierno legítimo que vela porque las leyes se cumplan".