La segunda novela de Laura Castañón (Mieres, 1961) está en las librerías desde la semana pasada. "La noche que no paró de llover" llegó ayer a Libroviedo de la mano de su autora, que antes de comparecer ante sus lectores, reflexionó con LA NUEVA ESPAÑA sobre la memoria y el oficio literario.

- En "La noche que no paró de llover" los recuerdos son importantes, igual que en su primera novela, "Dejar las cosas en sus días".

-La memoria, individual y colectiva, me interesa muchísimo y son esos dos planos los que vertebran la narración por la que navego. Esta vez, la memoria individual de Valeria Santaclara, la protagonista, pesa más que la memoria colectiva. Yo escribo porque quiero preservar la memoria. Valeria Santaclara es una octogenaria y se habla de su infancia en los años 20, de su vida en los años 30... porque son circunstancias que ha vivido. Los personajes traen consigo el equipaje inevitable de su propia existencia. En la anterior novela había más perdedores, en este caso la protagonista pertenece al bando de los ganadores de la Guerra Civil.

- ¿Cómo es eso de meterse en la piel primero de los perdedores y después de una ganadora?

-Una de las cosas que más me gusta de escribir es la construcción de los personajes: tienes que conocerlos muy bien, saber cómo piensan, cómo sienten, que tengan su propia vida. No se trata de ponerse en su lugar. Tengo que creérmelos porque los construyo con solvencia. A partir de ahí, es fácil porque tienen su propia dinámica.

- ¿Cómo dios y el universo?

-Sí. Escribir es divertido porque creas un universo: es el placer de crear.

- En "La noche que no paró de llover" hay cuatro voces.

-La protagonista es una señora mayor que acude a la consulta de una psicóloga. Luego está Enma la pareja de Laia, la psicóloga, y Feli, que es es una de las chicas que trabaja en la residencia donde vive Valeria.

- ¿Su favorita?

-Los personajes se convierten en personas y en todas hay algo que valoras, y puedes ser indulgente con ciertas cosas. Con Valeria Santaclara ideológicamente y en forma de ser coincido menos. Enma está medio loca pero es la más cuerda, un personaje muy vivo y quizás tenga más en común con ella. Feli me gusta, y Laia con sus sombras. Y hay una secundaria que me encanta, que es la madre de Enma.

- La protagonista forma parte de la última generación que puede dar testimonio directo de la República y la Guerra Civil.

-Yo hable con mujeres de Gijón de su misma edad para esta novela. Es una generación que hay que exprimir hasta la última posibilidad.

- Hay muchas lectoras y cada vez más escritoras.

-Es una cuestión de visibilidad: pasa con las mujeres que escriben y también en otros ámbitos.

- Care Santos, la ganadora del Nadal, dice que además de propagar el gusto por la lectura hay que promover la escritura creativa, que no se lee igual después de haberse iniciado en ella.

-Eso es cierto, en los talleres de lectura que he dado he tenido alumnos que me han dicho que después de escribir no han vuelto a leer con inocencia.

- ¿Una pena?

-No, es otro placer. Lo interesante cuando pasa eso es descubrir los procesos implicados en la escritira, ser más crítico.

- No parece ir por ahí el sistema educativo, eliminando la Literatura universal del Bachillerato.

-Es terrible. Que la Literatura desaparezca y las humanidades estén golpeadas continuamente me parece parte de una conspiración universal para que la gente deje de pensar, igual que las programaciones de televisión.