Celso Peyroux, cronista oficial de Teverga, ha escrito a lo largo de su vida nada menos que 34 libros. "El desván de los vencejos azules" es su cuarta novela. Ayer la presentó en Libroviedo, la feria del libro de Trascorrales, como "una búsqueda del tiempo perdido, un relato de añoranza infantil".

La referencia a Proust no es casual. La novela, según comenta el propio autor, comienza con una cita del escritor francés y uno de los protagonistas regresa al hogar de su infancia en busca del olor del desayuno que su madre le preparaba, igual que el autor de "Los placeres y los días" y su famosa magdalena.

Peyroux, que colabora con LA NUEVA ESPAÑA, también ha querido "rescatar" su infancia, en las páginas de "El desván de los vencejos azules", aunque asegura que el libro no tiene nada de autobiográfico.

La novela está protagonizada por dos adolescentes, de 12 y 13 años, uno de familia republicana y otro de derechas. "Escuchan los relatos que cuentan los mayores y los traducen a su lenguaje infantil", explica Peyroux. Para situar la acción, el escritor asturiano ha creado un pueblo, Falgueiro, recuperando un topónimo asturiano, y lo ha situado en una región a la que se refiere como "el país de siempre y un día".

"Es un libro fabuloso, de ciencia ficción total", afirma el escritor. Añade que rompe "esquemas tradicionales" y revela que empezó a imaginar la trama hace quince años.

Celso Peyroux trabaja ya en su próxima publicación, que debería llegar a las librerías antes de que acabe el año. Es un poemario, según adelanta, en el que lleva trabajando diez años.