Los "riesgos" detectados en el teatro Campoamor desde el punto de vista de la construcción y de la sectorización del público, así como las "dificultades" que supondría una hipotética evacuación del recinto, han llevado al tripartito a encargar de "urgencia" un plan de autoprotección para el edificio, en el que se van a marcar las medidas a seguir en el caso de que se presente una situación de emergencia. La inversión prevista es de 3.000 euros, según el presupuesto presentado por una empresa del sector. La contratación se resolverá de forma "inminente".

El Campoamor ya dispone de un plan de autoprotección redactado en 2003 y que fue revisado en 2012. Sin embargo, un informe del servicio municipal de Prevención de Riesgos Laborales elaborado este mismo mes pone de manifiesto la necesidad de actualizarlo, a la vista de que el teatro "es uno de los edificios municipales que más riesgos presenta" en el caso de que se produjese una emergencia.

La intención del Gobierno municipal es que la empresa que se encargue de la redacción del nuevo plan de autoprotección no sea la misma que llevó a cabo la revisión de 2012, año en el que se llevó a cabo el único simulacro para determinar si las medidas adoptadas eran efectivas.

Las condiciones del contrato establecerán que los autores del nuevo plan presenten un primer documento de avance en el plazo de ocho semanas, para que ya sea revisado por los Bomberos, el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, el de Edificaciones Municipales y la Fundación Municipal de Cultura, con el objetivo de que apunten aquellas cuestiones que consideren necesarias para la mejora del texto. Cuando el plan sea definitivamente aprobado por el órgano consistorial competente se abrirá un periodo de formación del personal municipal y se llevará a cabo un simulacro para comprobar que todo el dispositivo funciona de forma correcta. Además, habrá que nombrar a un responsable del operativo.

El plan de 2012 ya ponía de manifiesto diferentes carencias en la seguridad del teatro, entre ellas, la falta de sectorización de los diferentes espacios o la necesidad de ampliar las medidas para evitar la propagación de las llamas en el caso de que se declarase un incendio en un inmueble en el que hay numerosos elementos combustibles.

Los expertos también echan en falta una jerarquización clara de los responsables del dispositivo de autoprotección de cara a una situación de emergencia en el emblemático teatro.