El fado portugués nació en Lisboa, pero guarda estrecha relación con otras músicas hispánicas "como el flamenco y el tango". Así lo puso ayer de relieve en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Daniel Gouveia, historiador, autor e intérprete de fado, que ofreció una conferencia organizada por Tribuna Ciudadana, presentada por su buen amigo Ángel García Prieto, psiquiatra, escritor de libros sobre Portugal y especialista en fado.

A través de audiciones e historias que Gouveia ha ido recopilando a lo largo de los años, este especialista demostró que los fados como los que cantaba Pedro de Braganza tienen relación con músicas populares del Algarve y con temas flamencos del gaditano Camarón de la Isla. "Existe algo común al fado y a ese flamenco más triste, cantado con una voz y guitarra, sin palmas".

La gran Amália Rodrigues, la fadista convertida en una gloria nacional portuguesa, también salió a relucir como artífice del prestigio que ganó la ranchera en México en la segunda mitad del siglo XX. La diva lisboeta se atrevió a cantar temas como "Fallaste corazón" en el escenario de un teatro, vestida de forma exquisita y enjoyada con esas grandes piezas que tanto le gustaban. "Los mexicanos empezaron entonces a ver con otros ojos un género enraizado en las zonas rurales del país", explicó Gouveia, buen conocedor de Asturias, región que ha visitado varias veces en compañía de Elvira, su esposa, que ayer también estuvo en el Club Prensa Asturiana. Otra conocida fusión de fado y flamenco la protagonizaron Mariza y Miguel Poveda. El tango es, a juicio de Gouveia, otro familiar cercano del fado, debido a las influencias de los marineros portugueses que pasaban por Brasil y Argentina. Lo demostró con el paralelismo que existe entre "Silencio en la noche", de Gardel, y el "Silencio", del fadista Carlos Ramos. Además, recalcó la enorme afición al tango que existe en Lisboa.

Javier Gámez, directivo de Tribuna Ciudadana, destacó la fecunda trayectoria de Daniel Gouveia, que también ha compuesto fados y ha publicado numerosos libros.