La demolición del edificio del antiguo Sanatorio Blanco fue un paso ansiado durante años por los gobiernos municipales del PP como paso previo para acometer varias mejoras en los accesos desde el sur a la ciudad. Durante la etapa de Alberto Mortera como concejal de Urbanismo, éste llegó a anunciar dos planes supeditados a la demolición del inmueble, acordada mediante un convenio con la propiedad del mismo para convertir la parcela en edificable y que esta pudiese ser vendida a algún promotor. En 2008, Mortera supeditaba a la demolición del inmueble la ejecución de "un distribuidor de tráfico" en la plaza de la Paz, además de una rotonda de acceso directo a Montecerrao en la confluencia de las calles Montecerrao y avenida de Las Segadas, que por aquel entonces estaban en estudio. Dos años más tarde, El Consistorio aprobaba la recalificación de la parcela con la condición de ganar 1.500 metros cuadrados para ordenar el tráfico en la zona y ofrecer una alternativa a la salida a través de la plaza de Castilla, por aquel entonces el segundo punto negro del tráfico dentro del casco urbano ovetense. Unos planes pasaban porque fuese construida sólo la mitad de una parcela de la que ahora todo apunta a que sólo quedará espacio "para ampliar zonas verdes".