Los presidentes de los siete consejos de distrito del municipio -todos concejales del tripartito que forman PSOE, Somos e IU- podrán expulsar a las personas "que contravengan las mínimas normas de comportamiento y cívicas" durante las reuniones. "No se tolerarán las faltas de respeto hacia compañeros del consejo, las interrupciones conscientes de los debates y, obviamente, los insultos, actitudes hostiles o amenazantes", recoge el reglamento elaborado por la concejalía de Participación Ciudadana, cuya titular es Ana Taboada (Somos), para acabar con "el clima de tensión" que se vive en el seno de dichos órganos. "Si la actitud del representante de la asociación vecinal obstaculizadora o irrespetuosa es reiterada o manifiestamente agresiva u hostil, el presidente podrá suspender dicha asociación de acudir a las reuniones y de participar con voz y voto en las mismas", añade el texto.

Las nuevas normas de funcionamiento de los órganos de participación ciudadana fueron enviadas ayer a las asociaciones y comenzaron a fraguarse a raíz de un enfrentamiento entre dos representantes vecinales que tuvo lugar el pasado 4 de mayo durante la reunión del distrito número 3, en La Corredoria. "Se trata de unos hechos gravísimos que acabaron en conato de agresión hacia uno de los miembros del consejo", refleja el documento enviado junto a las normas. "Tanto la presidenta del distrito -por Andrea Álvarez (Somos)-, como la secretaria y otros testigos, han explicado que se produjeron constantes interrupciones por parte de determinadas personas, algunas incluso no pertenecientes a dicho distrito, siendo boicoteado reiteradamente el debate por parte de algún representante vecinal", continúa.

"En un momento dado, esta persona, que representa a otra asociación no perteneciente a este distrito, sino a la Asociación Vecinal de Vallobín, llegó a proferir presuntas amenazas, levantándose y dirigiéndose con una actitud agresiva hacia un miembro del consejo de distrito de la Asociación de Vecinos Fuente Pando de Pumarín, hasta el punto de que tuvieron que intervenir dos personas para evitar que la situación fuera a mayores", argumentan desde la concejalía que dirige Ana Taboada (Somos). La supuesta víctima es José Sariego, directivo de la federación de asociaciones FAVO y próximo al PSOE. El acusado de montar el lío -aunque él tiene otra versión diferente- es Javier Fernández, una de las cabezas visibles de Fegea y afín al PP.

Otras normas

En el reglamento también se recogen otras directrices. El presidente de cada consejo "está facultado para suspender de inmediato la celebración de la reunión cuando se produzca un incidente" similar al relatado. Además, "las personas no pertenecientes al consejo no podrán formar parte de la mesa de reunión y solo podrán tomar la palabra si así lo autoriza la presidencia, al final de la reunión en ruegos y preguntas", recoge literalmente el reglamento. La intención del Ayuntamiento es que las personas que toman parte en las reuniones actúen "respetando los turnos de palabra y el orden del día establecido", favoreciendo así "los debates constructivos". Por otro lado, "las convocatorias a las reuniones deberán efectuarse con un orden del día predeterminado", que se fijará "en la reunión inmediatamente anterior entre las entidades que componen el consejo, teniendo en cuenta las peticiones ciudadanas del mismo, y cuestiones que la presidencia estime, así como aquellas que desde la concejalía de Participación se estimen de interés", dice el reglamento.

Las reacciones no se han hecho esperar. Luis Zaragoza, edil de Ciudadanos, acusa a Taboada de "saltarse el reglamento establecido y tratar de imponer su propia ley en los distritos". Zaragoza afirma que expulsar a las asociaciones "no es democrático" y que Taboada "sólo pretende que no se escuchen las voces discordantes".