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Los cultivos del Paraíso

Mancha azul entre las piedras

La campánula, que alegra los muros de numerosas fincas rústicas, es poco exigente con el terreno y con el riego

Campánulas. Pelayo Fernández

A pesar de ser primavera había quince centímetros de nieve. Como en el campo y con el ganado no se podía trabajar era cuando aprovechaba para ir al colegio. En aquellos años cuarenta, difíciles años de la postguerra, la vida en el pueblo era muy distinta. En una lata vieja, abollada y negra, sujeta con una cuerda, metía unas brasas para calentarse los pies en la escuela. No era muy largo el trayecto, pero siempre se entretenía con otros niños, era la época del año que se veía el aula llena. Había de todas las edades, cada uno con su lata de brasas para calentarse.

Vivía con su abuelo, que era una persona mayor y de costumbres un tanto peculiares. Desayunaba con el café un vasín de orujo, y los días de más frío le daba un poquitín al nieto en la leche del desayuno; le decía que con eso quitaba el frío. El pobre llegaba a clase un tanto mareado y en vez de atender a la lección se quedaba dormido hasta la hora de ir a comer. Siempre volvía corriendo y en vez de entrar por la puerta saltaba un pequeño muro de adobe y piedra, que le llevaba directamente al patio de la casa. El muro en esta época se veía precioso. Entre pequeños huecos crecían unas plantas de flor azul. Han pasado muchos años y a día de hoy esa casa esta abandonada y medio en ruinas y del muro poco queda de el, pero las campánulas siguen creciendo. De nombre científico Campanula portenschlagiana o campánula muralis, es mas conocida como campánula, originaria del este de Europa.

No es exigente con el terreno, se conforma con lo que hay, ahora bien, si es un tanto arenoso mejor que mejor, así se evitan los encharcamientos y el riesgo de que aparezca algún hongo radicular. Una exposición soleada es la mas adecuada para que crezca bien, y un riego moderado pero frecuente, para mantener la humedad constantemente. Pero sin pasarnos. Es importante abonar, sobre todo en los meses de primavera y verano, o cuando el riego es mas abundante.

No hay que olvidar eliminar aquellas flores que se van marchitando, eso estimulará el crecimiento de nuevas. Una vez pasada la floración podemos hacer una poda un poco mas "agresiva" recortando la planta a unos cinco centímetros del suelo.

A esas ramas que eliminamos en la poda les podemos dar un uso muy interesante, aprovechándolas como esqueje para conseguir más plantas.

Haciendo un pequeño corte en bisel, y ayudándose de hormonas de enraizamiento, se coloca en una mezcla de turba y arena y se va manteniendo la humedad hasta que más o menos ha enraizado, que esto se ve cuando en el esqueje aparecen brotes nuevos. De ahí ya se puede pasar a una maceta o al terreno.

Otra opción para multiplicar la campánula es mediante semillas, la mejor época es a mediados de verano; es un proceso rápido y fácil, simplemente mezclando tres partes de turba por una de arena, se esparcen las semillas, se cubren levemente y se mantiene la humedad, -se puede cubrir con un plástico- y con eso es más que suficiente para que en dos meses y medio ya estén listas las primeras plantas para trasplantar.

No es excesivamente problemática en cuanto a plagas y enfermedades, lo más importante es estar atento y así poder actuar con rapidez. Cabe destacar que en ocasiones sus hojas pueden amarillear y las flores se secan, suele ser más bien la falta de agua que otra cosa, pero si la hoja está verde y aparecen puntitos amarillos, lo más probable es que sean ácaros, que aparecen cuando hay elevadas temperaturas y humedad baja.

Y no solo es interesante por su belleza y su rusticidad, hay muchas variedades pertenecientes a este género que se cultivan con otros fines, la alimentación es uno de ellos, pues las raíces son un plato exquisito en ensaladas. Y otras por sus poderes medicinales: ayuda a cicatrizar las heridas, haciendo gargarismos va bien en anginas, laringitis, faringitis y para el dolor de oídos. Y para abrir el apetito no hay nada mejor. Anímense y disfrútenla.

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