El denominado "pacto del culín" para actualizar el precio de la sidra ha llegado a Oviedo y a la calle Gascona, último gran territorio sidrero de la región que se resistía a una subida que ya se produjo hace un par de años en Gijón y que también se ha extendido a Villaviciosa, Nava, Avilés o Siero. LA NUEVA ESPAÑA ha comprobado que en todos los locales más reconocidos del emblemático bulevar ovetense, y también en el resto del centro de la ciudad, el coste de la botella que no está acogida a la Denominación de Origen Protegida (DOP) ni a la marca privada de manzana seleccionada ha pasado de 2,50 a 2,70 euros. A, 2,90 euros, si se consume en terraza. "Se trata de la primera subida en cinco años", subraya Daniel Álvarez, que regenta la Sidrería El Valle, en la calle Manuel Pedregal, y que también ha aplicado una subida de precios que considera "necesaria".
Jaime Álvarez, de la Sidrería La Pomarada, en Gascona, también vende ya la sidra a 2,70 euros, aunque niega de forma tajante que la subida sea una decisión pactada entre todas las sidrerías de la ciudad. "Hay diversidad de opiniones y de precios", afirma.
La Unión de Consumidores (UCE) de Asturias anunció el pasado mes de marzo su intención de denunciar ante las autoridades de Competencia cualquier acuerdo sobre el precio de la sidra. El colectivo que preside Dacio Alonso ya ganó hace una década un pleito por una subida consensuada a los hosteleros de Gijón, los lagareros y la entonces Consejería de Agricultura del Principado.
