"La ciencia y el ser humano se funden en una apasionante sinergia que hace que los grandes retos del futuro no puedan ser abordados desde una única tecnología". Amador Menéndez Velázquez, investigador en el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias (ITMA), doctor en Química y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, explicó ayer en el Club Prensa Asturiana muchas de las claves que cambiarán la vida de las personas en un futuro no muy lejano.

Menéndez, que presentó en sociedad su libro "Historia del futuro. Tecnologías que cambiarán nuestras vidas", premio de ensayo "Jovellanos" 2017, reunió a una legión de seguidores y a numerosas personalidades del mundo científico y académico, entre ellos el consejero de Educación del Gobierno del Principado, Genaro Alonso; el director emérito de la Fundación Princesa de Asturias, Graciano García; el profesor de Matemáticas de la Universidad de Oviedo Santos González, el exrector Vicente Gotor, el presidente del ITMA, Antonio López Guardado, y su director, Íñigo Felgueroso.

Ante todos ellos, Amador Menéndez, que fue presentado por Pelayo García, director general de Ediciones Nobel, desgranó sus previsiones para un planeta en el que las prótesis podrán controlarse desde la mente, los coches no necesitarán conductor, la superinteligencia ayudará en tareas cada vez más complejas y la progresiva automatización generará desempleo.

Menéndez, que ha sido profesor de Secundaria, investigador del CSIC y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), mostró en directo, y con la ayuda de su sobrino Nicolás Menéndez y del laureado gaitero Jesús Gutiérrez, "Guti", que es posible transmitir energía eléctrica sin cables, el gran sueño de empresas como Tesla.

Amador Menéndez habló del largo camino recorrido por la especie humana desde el mono hasta nuestros días. "El principal hito en la evolución humana es el descubrimiento del fuego, que supuso el nacimiento de la era cognitiva y el paso del mono en la sabana al 'Homo sapiens' ".

Asegura el científico que el siglo XXI no es una continuación del pasado, "sino un tiempo muy diferente marcado por la hiperconectividad. Internet ha supuesto el final de la geografía". Menéndez destaca la creciente presencia tecnológica en todas las facetas de la vida, pero a la vez opina que la inteligencia artificial no llegará a superar al cerebro humano. "Nunca podremos entender del todo al cerebro, ya que formamos parte de él; así que las máquinas no suplantarán al hombre", matizó, sin olvidar que la creciente automatización "generará desempleo".

Menéndez, que se mostró seguro del triunfo del coche sin conductor, cuyas patentes ha comprado la empresa Google, también dejó claro que la inteligencia no sólo se encuentra en las personas individuales, sino que también está presente en los grupos humanos.

"Una hormiga no es inteligente, el hormiguero sí", aseveró. Amador Menéndez cerró el acto con una larga cola de admiradores que acudieron con un ejemplar del libro para obtener una dedicatoria.