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Los promotores del Vasco quieren iniciar las obras antes de que termine el año

Los continuos ajustes a un proyecto "muy complejo" dilatan los plazos, a la espera del último visto bueno del Ayuntamiento

Los promotores del Vasco quieren iniciar las obras antes de que termine el año

Menos de seis meses, antes de que termine el año. Es el nuevo hito para que la parcela del antiguo ferrocarril del Vasco empiece a ver la luz. Ese plazo se dan los promotores de Gran Bulevar, el proyecto que quiere sacar adelante el solar, para iniciar los trabajos que culminen en un gran complejo comercial, residencial, sociosanitario, hotelero y hostelero de más de 100.000 metros cuadrados y que pretenden generar alrededor de un millar de puestos de trabajo. Los responsables de la idea tenían este verano como objetivo. Pero la complejidad del proyecto, los continuos ajustes y los requerimientos municipales han ido dilatando los plazos. La meta ahora está en ese tramo final de este año; los promotores también le ponen un plazo a los trabajos: una vez que hayan comenzado, se marcan un año para que la mayor parte esté en funcionamiento.

Lo más complicado, admiten fuentes cercanas al proyecto y conocedoras de los detalles, ha sido poner en marcha "un plan posibilista", para convertir el agujero negro del urbanismo ovetense en algo útil para la ciudad. Se trata de tres torres de viviendas, con unos cien pisos; dos más para usos sociosanitarios enfocados a la tercera edad y una tercera para un hotel de unas setenta habitaciones, esto en la parte superior. Debajo, una planta para locales hosteleros con salida directa a la calle y otra para pequeño comercio y de proximidad; ya bajo tierra, tres alturas de parking, dos de ellas en rotación y una vinculada a los pisos.

Para Oviedo, Gran Bulevar cede una plaza pública de 11.000 metros cuadrados, serviría de nexo de unión entre el centro y el bulevar de Santullano, se integraría con la calle Gascona y, sobre todo, revitalizaría la calle Indalecio Prieto, sepultada desde hace años por las vallas de obra que protegen la parcela. Allí, al final de una vía rematada con una espectacular fachada vegetal, se abriría una gran plaza, la Noceda, que daría acceso a la zona de Jovellanos y sus aledaños.

Para Gran Bulevar trabaja en este momento un equipo de unas 25 personas de diversas especialidades. Su objetivo es lograr el último visto bueno municipal. Llevan meses de reuniones frecuentes con técnicos municipales, "satisfactorias", dicen en la trastienda de los trabajos, pero que les han obligado a numerosos ajustes y modificaciones en lo que califican como un proyecto "muy complejo" y "fuera de la escala de Oviedo". Los técnicos de la obra han aprovechado el proyecto anterior, que ya tenía el visto bueno legal, en cuanto a aprovechamientos y volúmenes de superficies.

Sin embargo, la exigencia del Consistorio conlleva mejoras en las calidades que presentó de inicio Gran Bulevar y también numerosos detalles de la urbanización. Ahora, los responsables aguardan por la luz verde del tripartito ovetense para afrontar el siguiente y decisivo paso. Será en ese momento cuando arranque el proceso de compra definitiva de la parcela. De momento, el dueño es el Sabadell-Herrero.

Gran Bulevar tiene con el banco un compromiso de compraventa. El retraso por las muchas gestiones ya obligó a prorrogarlo meses atrás. El pacto con el banco está ligado a la viabilidad legal del proyecto. Es decir, a que los promotores puedan poner en marcha las obras y cuenten con todos los permisos para actuar.

"Cada vez vemos más próxima la meta", comentan en las proximidades del proyecto. De ello da fe que dos agencias inmobiliarias de la ciudad tienen ya el visto bueno para comercializar el centenar de pisos, a un precio que ronda los 2.500 euros por metro cuadrado.

Detrás del proyecto Gran Bulevar se encuentra un conglomerado de siete empresas de origen o vinculación asturiana. La constructora Procoin es uno de los socios estratégicos, vinculado a la parte técnica. Con ellos, el Grupo Santagadea Gestión, dueño de los bajos del estadio El Molinón, en Gijón, propietario allí del Talasoponiente y que recientemente ha comprado el hotel Castillo del Bosque La Zoreda, en La Manjoya, y el parador de Pajares. Con ellos participan las promotoras con sede en Oviedo Mayers y Gestinor, y las inversoras o sociedades de gestión de patrimonio, Domus Capital, Exiom Real Estate y Sotiello XXI, las dos últimas también asturianas.

Desde el derribo de la estación, en 1989, la parcela del Vasco ha sido objeto de numerosos proyectos fracasados: sede para la colección Masaveu, la Facultad de Bellas Artes, un palacio municipal, tres torres de pisos diseñadas por Calatrava, el Palacio de Justicia y, finalmente, pisos y centro comercial. Fracasados una y otra vez, el único que llegó a poner en marcha la ejecución fue el proyecto de seis torres de viviendas y una galería comercial. Los pisos comenzaron a venderse en 2011 pero la crisis económica lo paró todo dos años después. En 2014, el conjunto pasó a manos del Banco Sabadell.

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