"En Turón no dejaron piedra sobre piedra; de 8.000 empleos de la minería hemos pasado a los 50 que proporciona el instituto, la mayor empresa del valle". Manuel Jesús López (Lito), miembro del Centro de Estudios sobre el Valle de Turón (Cesvat), que lleva 30 años dedicado a estudiar la historia de la zona mierense, presentó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA su noveno libro, "Turón, hora cero", en el que repasa el pasado y el presente de un área que llegó a ser referencia económica y cultural en Asturias.

"Eso de que Turón es feo puede ser cierto en algunas áreas urbanas que necesitan una remodelación; en cambio, el paisaje circundante es espectacular y desde algunos lugares se divisan los Picos de Europa", señaló el autor.

Lito situó el "desaguisado" económico de Turón entre 1991 y 1995. "El ensañamiento fue de campeonato; los bárbaros de turno se cargaron de un plumazo los 2.000 empleos que quedaban en el carbón. Las sucesivas administraciones no han querido crear alternativas; a Turón no llegaron los fondos mineros y la gente tuvo que irse a buscar un futuro para sus hijos".

El libro se estructura en tres partes. La primera contiene anécdotas, relatos y acontecimientos relacionados con turonenses, en el valle o fuera de él, según explicó López González.

La segunda parte del libro incluye una colección de fotografías y el tercer bloque analiza el abandono que sufre el valle.

"Somos presa del desencanto, de la nostalgia que nos hace pensar en lo que fuimos", indicó Faustino Fernández, licenciado en Medicina y presidente del Cesvat. Julio Concepción Suárez, doctor en Filología y miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), hizo hincapié en la construcción del paisaje turonense, a través de sus habitantes. José Espiño, director del IES Valle de Turón, también lamentó el retroceso que vive la zona. Longinos Fernández, jefe de Estadística y del Registro General del Ayuntamiento de Oviedo, fue el encargado de moderar la mesa.