El proyecto base para la variante del Prerrománico que maneja el Ayuntamiento de Oviedo, realizado por el arquitecto Ramón Fernández-Rañada, plantea la ejecución de tres pequeños desvíos para endurecer la subida al Naranco y hacerla más atractiva de cara a la celebración de pruebas ciclistas. Se trata de tramos alternativos en curva -con un ancho de calzada de tan solo cuatro metros y una "especial dificultad"- que únicamente se abrirían para la disputa de competiciones deportivas. El desnivel de las rampas en esas zonas llegaría al 18%.
La mayor parte de la variante para alejar la actual carretera de Santa María del Naranco y de San Miguel de Lillo que impulsa ahora el Consistorio está diseñada con pendientes relativamente altas, que alcanzan en algunas zonas el 11%. Sin embargo, el propio Fernández-Rañada precisa que la mejora del firme, la disminución de las variaciones entre desniveles y el aumento de los radios de las curvas harían que, en una competición de élite, los ciclistas no tuvieran mayores problemas para ascender el monte a un ritmo constante, lo que reduciría enormemente el interés de cara al espectador. Para eliminar este riesgo, y con el objetivo de "animar" la subida, el proyecto propone crear pequeñas tramos alternativos de trazado en tres puntos concretos de la carretera que aumenten su dificultad.
El primer desvío se ubica en una curva al inicio de la nueva carretera, cuyo arranque está previsto a la altura de la parada de autobús urbano de Las Delicias, poco antes de la salida hacia Ules y el Centro Asturiano. Su objetivo es reducir el radio de la curva y romper así el ritmo de los ciclistas. La segunda alternativa está prevista para un tramo curvo situado después del pequeño túnel que se plantea para las inmediaciones del núcleo rural de Constante. Consiste en una reducción brusca del radio de forma que la pendiente suba rápidamente al 18% y que continúe después, ya en recta, al 11%. Finalmente, la tercera variación del trazado, que se propone para el enclave en el que la nueva variante conecta con la carretera en servicio, también permitiría generar repechos de hasta el 18% acortando una curva. Según Fernández-Rañada estos "extras" no supondrían un sobrecoste demasiado elevado y permitirían que el nuevo itinerario ciclista resultara más atractivo que el de la actual carretera.
El proyecto para la variante del Prerrománico también incluye la construcción de un carril-bici de subida para los aficionados al cicloturismo. Se integrará en una calzada de doble sentido para los vehículos a motor, con dos carriles de tres metros cada uno. La carretera forma parte de un plan especial para el entorno de las "joyas" arquitectónicas del Naranco que el edil de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), está decidido a coordinar con la Consejería de Cultura. Para empezar, el concejal tiene previsto reunirse este viernes con la directora general de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo. El tripartito estima que la Administración autonómica podría financiar parte del coste de las expropiaciones para la gran franja verde que pretende habilitar en el entorno de los monumentos.
