Apoyada sobre un banco de la Plaza del Conceyín, con uno de sus pilares de sujeción al borde del asiento y media base en el aire. Esa era la seguridad que ofrecía una noria instalada en La Corredoria para las fiestas de San Juan, una atracción que tuvo que ser clausurada por los agentes de la Policía Local y que se puso en funcionamiento horas después tras haber subsanado sus responsables una deficiencia que podría haber causado un disgusto en plenas fiestas del barrio.

Los propios vecinos del barrio fueron los que alertaron a los agentes de la situación. La alarma voló por las redes sociales en cuanto un ciudadano subió la fotografía. Los padres advertían a sus amigos y conocidos de la peligrosidad de una atracción pensada para niños, que tiene una altura de más de 15 metros y que no ofrecía ningún tipo de seguridad. "Menos mal que lo han cogido a tiempo porque podría haber ocurrido una desgracia muy grande", señalaba una mujer al lado de la noria, mientras los agentes se encontraban comunicándoles a los feriantes la clausura de la atracción.

Los responsables de la noria modificaron los anclajes en cuanto fueron apercibidos, pero tuvieron que esperar varias horas hasta que un técnico municipal avaló los cambios y comprobó que la atracción era segura para entrar en funcionamiento. No obstante, en las redes sociales hay cientos de peticiones para que este tipo de barracas sean revisadas al detalle antes de que los niños se suban a ellas. "Cosas así no pueden permitirse y por eso hemos actuado", señala el edil Roberto Sánchez Ramos (IU).