"Hoy en día pasa en muchos colegios y puede tener consecuencias muy graves". Los alumnos del San Ignacio son conscientes de los problemas que el acoso escolar está llevando a muchas aulas, y están decididos a hacer cuanto esté en su mano para erradicarlo. Así, 30 alumnos de 4.º de la ESO han realizado en la asignatura de inglés una serie de cómics con las tratan de hacer frente al bullying. "Hay que empezar con los niños más pequeños y visualizar lo mal que lo pueden llegar a pasar las víctimas", dicen Lucía Álvarez, Jimena Fernández, Mariana Echevarría y Silvia López-Castaño, cuatro de las estudiantes que participaron en un proyecto que une bocadillos y viñetas para fomentar la convivencia en los centros escolares.
Lucía Álvarez utilizó un programa informático para dibujar junto a otros dos compañeros una historia que escribió en inglés. Trata sobre una chica que aprovecha que sus padres se han ido para montar una fiesta a la que invita a un joven que termina recibiendo las burlas de todos los asistentes. "Se trata de contar que aunque vivas este tipo de situaciones puedes superarlas y seguir adelante", explica la alumna del colegio jesuita.
El grupo de Jimena Fernández se centró en denunciar el acoso que sufren en ocasiones los estudiantes discapacitados, como la chica en silla de ruedas que protagoniza su historia. Y el de Silvia López-Castaño pone el acento en la importancia de identificar el problema a tiempo y "cortarlo de raíz". En sus viñetas se ve como un niño que sufre acoso trata de afrontarlo sin que le preste apoyo ningún adulto, "ni siquiera sus padres".
Para sacar adelante un trabajo que repercutió en las notas de inglés, Mariana Echevarría plasmó el conflicto en un estudiante que llega de Estados Unidos y en sus nuevos compañeros. "Uno no se atreve a jugar con ellos y los otros le tratan mal", cuenta la joven, que explica que el niño maltratado pide consejo a su madre. Al final, todos los implicados recapacitan e impera el perdón para dejar atrás el problema y favorecer la convivencia.
En el momento en que realizaron los cómics, el San Ignacio contaba estudiantes de intercambio de Saint Etienne, que se involucraron también la elaboración de estos tebeos que tratan de luchar contra el acoso.
