La cocina de siempre como reclamo de un evento que tuvo más éxito que nunca. El día grande de las fiestas del Carmen de Soto de Ribera congregó ayer a un millar de personas que además del tradicional bollo preñáu y botella de vino encontraron en un concurso de tortillas un elemento más de animación para echar el cierre a cuatro intensos días de celebraciones.

Aunque las previsiones eran buenas debido al importante respaldo con el que cuenta la celebración -en total la comisión cuenta con unos 700 socios-, los actos contaron con al menos otros tres centenares de invitados inesperados que se lo pasaron de lo lindo entre culete y culete de sidra y los bocados más deliciosos entre los que no faltaron tampoco las empanadas o huevos duros.

La multitudinaria merienda fue sólo el anticipo de una larga noche. La verbena nocturna amenizada por la orquesta "Dominó" y el artista "Juan Sfera" dio paso, a eso de las tres de la mañana a la tradicional quema de ropa y trapos viejos con la que la comisión buscó subir la temperatura del prau de la fiesta. "Empezamos hace muchos años a modo de broma es algo que ya se ha consolidado como una atracción para cerrar la fiesta", explica el presidente de la comisión, Víctor Alonso, visiblemente satisfecho por el resultado de las celebraciones locales.