El hombre acusado de agredir sexualmente a una joven de 26 años en Otero el pasado día 7 declaró ayer ante el juez que "fue todo un malentendido" y que en ningún momento utilizó "violencia ni intimidación" para tratar de mantener relaciones sexuales con una víctima que reafirmó que el varón trató de bajarle los pantalones y la ropa interior hasta en dos ocasiones, sin que hubiera consentimiento. Por estos hechos, la Fiscalía mantuvo ayer la petición de un año de cárcel y dos de orden de alejamiento, tras la celebración de la vista oral.

La mujer, que acudió sin abogado a declarar, reconoció que llegó a darle un beso en el baño de un establecimiento al que había acudido juntos tras encontrarse por mediación de unos amigos comunes en torno a las seis de la madrugada, pero negó que llegase a prometerle sexo. "No es cierto que le dijera que si tenía que echarle un polvo para que no se enfadara se lo echaría, como dijo él", indicó.

La víctima recordó ayer que tras encontrarse a las seis de la madrugada con el hombre estuvo bailando con él en distintos locales hasta las once de la mañana, cuando se desplazaron a la calle Gascona para seguir de fiesta. Apuntó que a eso de la una de la tarde decidió irse a casa y aceptó el ofrecimiento del hombre para llevarla. Él la invitó a acompañarle durante la hora que le faltaba para entrar a trabajar y aceptó, pero se encontró con que la llevó a una calle muerta de Otero y a plena luz del día insistió en tener relaciones. La mujer sostiene que se negó, pero que él trató de bajarle los pantalones y la ropa interior. "La verdad que me fui del coche, pero él no opuso resistencia", admitió la chica, para luego recordar que los sucesos se repitieron tras aceptar las disculpas del hombre y la mujer huyó de manera definitiva, llorando y semidesnuda. "Di al juez una grabación de voz en la que contaba a una amiga lo que pasó", dijo.

La defensa, a cargo de la letrada María López, sostiene que ambos mantuvieron una "actitud cariñosa a lo largo de la noche" y que el hecho de que el chico no se mostrase violento ni agresivo cuando ella decidió abandonar el coche demuestra que el denunciado "paró" cuando se lo pidió y que todo pudo deberse a un simple malentendido.