La noche del sábado fue movidita en Oviedo. La Policía Nacional seguía buscando a última hora de ayer a los autores de "un acto vandálico" que se saldó con las lunas de catorce coches rotas en el entorno del Campillín y en la zona que discurre hacia el Parque de Invierno. Por otro lado, la cristalera de una de las marquesinas instaladas en la calle Muñoz Degraín, en concreto la que está situada en las inmediaciones del "Monumento a Santiago Peregrino", también apareció hecha añicos a primera hora de la mañana.

La primera llamada de denuncia a la Policía se produjo alrededor de las dos y media de la madrugada del sábado al domingo. Los agentes recibieron el aviso de que "unos jóvenes", presuntamente bajo los efectos del alcohol, estaban causando daños en los coches en el barrio de Santo Domingo. En ese punto de la ciudad amanecieron con las lunas destrozadas varios vehículos -algunos de ellos en la calle José López Muñiz y su entorno-, aunque no fue la única zona en la que atacaron los vándalos. Según fuentes consultadas por este diario, también se han denunciado otros incidentes similares en Pedro Masaveu.

Los vecinos de la zona de Santo Domingo aseguran que no es la primera vez que ocurren sucesos de este tipo en el barrio. También dicen lo mismo los que residen en el Postigo, un punto de la ciudad muy próximo a la "movida" del Antiguo. Los ciudadanos del casco viejo, no en vano, vuelven a exigir más vigilancia para evitar incidentes como el que se produjo hace un mes en la Plaza de Trascorrales, cuando un grupo de jóvenes la emprendió a golpes con las puertas de una vivienda y lanzó papeleras contra la fachada. El suceso se saldó con tres chicos detenidos y una larga lista de daños en el inmueble y en buena parte del mobiliario urbano de la zona.

Por otro lado, en la madrugada de ayer también resultó destrozada una marquesina en la zona de Muñoz Degraín, cerca de la rotonda de Otero, aunque la Policía aún no sabe si el ataque fue obra de las mismas personas que se ensañaron con las lunas de los coches.