Lo conductores que entren a Oviedo por la "Y" a través del bulevar de Santullano tendrán una ayuda para no caer en el temido fotorrojo que vigila amenazante el semáforo de la glorieta de la Cruz Roja. La Concejalía de Seguridad tiene previsto instalar antes de que finalice el año un panel informativo en el que lucirá una cuenta atrás indicando el tiempo que resta para el cambio de luces y la prohibición de franquear el paso. El nuevo luminoso dará servicio a una de las entradas a la ciudad con mayor carga de tráfico.

En los semáforos controlados por el fotorrojo, especialmente este de la glorieta de la Cruz Roja, y también el de la plaza de Castilla, son frecuentes las maniobras erráticas, dubitativas y también los frenazos en las proximidades de la línea de detención, ante el temor que infunde el fotorrojo a los conductores, pues sus sanciones implican un coste de 200 euros, además de la retirada de cuatro puntos.

La glorieta de la Cruz Roja es el segundo punto de la ciudad donde más multas se impusieron el año pasado por saltarse el semáforo en rojo. Concretamente, fueron 5.683 personas las que resultaron sancionadas en 2016, frente a los 7.115 que fueron pillados por los "fotorrojos" que controlan este tipo de infracciones en 2015. Estas cifras sólo las supera en la ciudad el semáforo de la Plaza de Castilla, donde el año pasado, el fotorrojo cazó a 5.764 conductores, frente a los 8.784 del curso anterior.

No son pocas las quejas que reciben tanto el Ayuntamiento como la Policía Local respecto a la rapidez con que el semáforo cambia de ámbar al rojo. En principio, el panel con la cuenta atrás se situará únicamente en la glorieta de la Cruz Roja, aunque fuentes municipales no descartan que, con el paso del tiempo y si la medida resulta efectiva, pueda incorporarse a otro lugar conflictivo, como lo es la plaza de Castilla.

Este proyecto forma parte de una serie de medidas incluidas en una partida complementaria de 137.000 euros que se suma al millón anual destinado para el mantenimiento de la red semafórica para la ordenación del tráfico en la ciudad. El plan incluye una serie de medidas concretas encaminadas a "modernizar la regulación de las calles", según indica el concejal de Seguridad, el socialista Ricardo Fernández.

Entre otras propuestas "novedosas" que plantea la Concejalía de Seguridad está la de incorporar semáforos luminosos en los tramos de acera que dan acceso a los pasos de cebra. Quedarían colocados en el suelo, en paralelo a las marcas viales blancas, pero aun en el tramo de acera. El sistema es conocido en el argot como el semáforo para peatones distraídos o semáforos de suelo. Además de producir un mayor efecto luminoso, servirán de aviso para aquellos que, abstraídos en dispositivos como los teléfonos móviles, olvidan levantar la vista para comprobar el semáforo.

El primer semáforo para despistados de Oviedo quedará instalado en uno de los pasos del entronque entre las calles Argañosa y Alejandro Casona.

La elección del lugar no es gratuita. Es el paso que ha elegido el servicio de Movilidad Ciudadana para probar el nuevo dispositivo, después de apreciar que se trata de un lugar con mayor riesgo que el habitual para los peatones, por tratarse de un nudo con cierta intensidad de tráfico.

Precisamente en La Argañosa se acometerá otra actuación consistente en la iluminación con luz led de la glorieta que conecta con la calle Martínez Cachero. Esta iniciativa se pretende ir llevando a otros puntos iluminados de la ciudad con una doble intención: ahorrar energía y que las instalaciones duren más tiempo.

Todo esto forma parte de un paquete muy variado de actuaciones en el que también se recoge la reordenación del tráfico en Soto de Trubia y algunas modificaciones de la señalización y la distribución de las vías en localidades como Colloto, donde se dan algunas reivindicaciones vecinales para cambiar sentidos de calles, entre otras peticiones.