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El mundo de la cultura pide incrementar la programación de verano en la ciudad

Los expertos aplauden los conciertos de música clásica y el cine al aire libre, pero reclaman aumentar la oferta y abrirla al público más joven

El mundo de la cultura pide incrementar la programación de verano en la ciudad

El mundo de la cultura aporta matices distintos sobre la programación cultural y de ocio de verano en la ciudad pero todos comparten la idea de que Oviedo puede aumentar la oferta. En las diferencias, unos piensan que hay que tratar de aproximarse a los modelos de los grandes espectáculos como Gijón y otros aplauden el formato de pequeño concierto que ya está en marcha.

El músico Pablo Moro es de los que admite que le da rabia ver la programación de otras localidades. "Por mucho que seamos ciudades distintas, comparas todos los festivales de Gijón, ves que aquí lo que hay es cine de verano y no dejas de pensar que parece más la programación de una villa, salvando las distancias. Al final, nos quedamos en algo muy barato. Y es verdad que venimos de un modelo en que no se hacía nada y que puede que no haya un sitio, pero lo que parece es que en vez de encontrar soluciones se buscan excusas para no hacer nada. Con voluntad, se puede tener una oferta mucho mayor, y Oviedo sigue con una mente bastante pequeña y cerrada".

La cronista musical Belén Suárez Prieto se muestra menos crítica con la situación. "La programación veraniega está bien, me parece un acierto haber continuado con los conciertos en el claustro de la Universidad, y el cine al aire libre. Creo que está muy bien haber conseguido tirar de un hilo como el de Saco para que una semana cinematográfica haya acabado dando frutos más allá de su origen. Sí es verdad que me gustaría que volviera el modelo de música en la calle, para completar la programación, y que falta un festival de música de formato mediano. Las ciudades son distintas, pero me gustaría que en Oviedo hubiera un festival como el del Gijón Sound, que a falta de un recinto grande ocupara toda la ciudad, locales y plazas".

El presidente de la Fundación Ópera de Oviedo, Jaime Martínez, también aplaude, en términos generales, lo que se está haciendo en la ciudad. "Es cierto que no hay una cosa específica, pero es están haciendo bastantes en sitios pequeños, y está bien. El problema es querer hacer algo muy específico en verano teniendo Gijón al lado. Se debería, en todo caso, hacer una programación complementaria, sin entrar en competencia. Oviedo, Gijón y Avilés no se deben machacar unos a otros, no se puede poner un festival de cine en Oviedo ni uno de ópera en Gijón. Los conciertos de verano en las plazas están bien, y son baratos. Y apuestas como la de la ópera que se trajo el verano pasado (el "Falstaff" de Muti) me pareció exagerado el dinero que costó. Sí se pueden hacer cosas más populares en más plazas, que culturalmente signifiquen algo".

Alfonso Toribio, presidente de Tribuna Ciudadana, admite que históricamente su asociación ha intentado "rellenar huecos" en la programación de la ciudad, cuando "sólo se hacían cosas convencionales". Suya fue, recuerda, la propuesta de techar el patio del claustro de la Universidad y desplazar la estatua de Valdés Salas para mejorar el recinto, que no llegó a realizarse. Pero admite que la dinámica sobre la programación de verano es difícil de romper. "Es verdad que nos falta desde hace unos años algo más, y que puede haber una demanda si se induce bien. En este momento sería posible que alguien con criterio programara una buena lista de actos. La gente está deseándolo. Y no es una idea, porque lo estoy pensando ahora mismo y resultaría más una ocurrencia, pero ¿por qué no organizar algo que desde San Juan llegue a San Mateo como una serpiente de verano que lo hilara todo? Desde Tribuna Ciudadana, nosostros estaríamos dispuestos, como siempre, a colaborar".

Luis Hernando, del espacio Galería Vértice Art Consulting, admite que este año no está tan al tanto de la programación de verano, pero con caracter general echa en falta más actividad. "Oviedo, en lo cultural, está como envejecida y estancada, le falta chispa. Es muy practicable y muy paseable, pero le falta vida y querer interesarse por la juventud".

La librera Concha Quirós, de Cervantes, sí detecta, en cambio, que desde hace unos años "hay más vida cultural". "Hay cosas en los barrios, conciertos al aire libre, en el arqueológico, la exposición de Santullano de LA NUEVA ESPAÑA, A mí no me da más por las grandes algaradas, y creo que en Oviedo, con poco dinero, se va más despacio pero va asentándose una programación. Y en general, soy de las que creo que debemos compartir la Cultura en el triángulo central, con Gijón y con Avilés".

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