Las dos señas de identidad de las fiestas de Nuestra Señora de la Salud han sido durante décadas la ceremonia religiosa, con misa y procesión, el domingo en el santuario que hay bajo la advocación de la Virgen en la localidad, y la merienda en el prau, que ha atraído gente de todo el municipio, y que ha ido bailando de fechas. Hubo épocas que fue el miércoles, otras en las que pasó al martes, y ahora se ha quedado en el lunes.
En cualquier caso, la fiesta siempre ha sido muy fuerte, una de las principales de la zona en el inicio del mes de agosto.