Después de San Isidoro el Real, la Plaza del Paraguas. Pocos días después de que alguien estampara un "tourist go home" en uno de los muros de la iglesia del siglo XVII, la plaza con escaleras del corazón del Oviedo antiguo acoge ahora un nuevo grafiti en el que se puede leer: "hipsters y turismo nueva forma de terrorismo".

Los lemas contra el turismo en la ciudad enlazan con la llamada "turismofobia", acciones de rechazo contra la presencia masiva de visitantes que en otras ciudades han acabado también en enfrentamientos entre viajeros y manifestantes. Ese fue el caso de Barcelona, una de las ciudades española que más padece la masificación turística, donde hace más de una semana un grupo de encapuchados del grupo Arran Països Catalans, formación perteneciente a la CUP, pinchó las ruedas de un autobús turístico y pintó en el parabristas: "el turismo mata a los barrios". Días después, el mismo grupo protagonizó una protesta en el puerto de Palma de Mallorca.