"Participar en estas pruebas es un regalo". Para Julián Sánchez, trabajador en el centro operativo de la Policía de Oviedo, el significado de la competición deportiva que reúne a bomberos y policías de todo el mundo cobra un sentido especial . Durante una etapa de su vida llegó a pensar que no podría volver a caminar por una hernia cervical que le afectaba la médula. Tras la operación, este policía amante del deporte no sólo camina sino que corre, nada y pedalea tan rápido que colecciona varias medallas de su paso por diferentes pruebas en todo el mundo. En esta ocasión, acude a Los Ángeles, sede de la edición número 17 de los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos, junto a sus compañeros de la Policía Local, José Miguel López y Emilio García. La ilusión se dibuja en sus caras y la intención de dejar a Oviedo en lo más alto se adivina en sus ojos.
Este trío de agentes pertenece al equipo de duatlón de la Policía Local de Oviedo. El grupo cuenta con seis componentes, veteranos, más allá de la cincuentena, sus triunfos son visibles. Los trofeos se acumulan por las instalaciones del cuartel de Rubín, donde trabajan, y por los pasillos sus compañeros los conocen y animan para la prueba. "Vamos con la ilusión de hacerlo lo mejor que podamos", sostiene Julián Sánchez. En su palmarés, una plata y un bronce en el Campeonato Europeo de 2002 y 2004, un oro en 2014 y otro la competición europea del año pasado, en Huelva. Aunque su mayor reto personal ha sido terminar un "Ironman", la prueba más exigente del triatlón. Quizá por eso se atreve a decir que lo que le toca hacer en Los Ángeles "no ye na". Los 1.500 metros a nado, los 40 kilómetros en bici y los 10 de carrera le parecen asequibles. "Tengo mucho fondo pero en esta ocasión tengo que conseguir más rapidez", dice este veterano del club que entrena a diario dos o tres horas y sólo descansa un día a la semana. Al entrenamiento se suma la suerte: "siempre llevo los mimos calcetines y una medallina para darle un beso". Gran parte de su tiempo libre se va en el deporte pero "es mi modo de vida", confiesa.
Un sentimiento que también comparten sus compañeros. Todos sacrifican parte de su vida personal para ponerse en forma. Representan al cuerpo de la Policía Local de la ciudad pero los entrenos se realizan fuera de su horario de trabajo. Lo mismo ocurre con los viajes. "Mi familia en el 90 por ciento de los casos me acompaña a las competiciones, como si fueran unas vacaciones", cuenta José Miguel López. Trabaja en atestados y procura sacar al menos una hora al día para entrenar las disciplinas del triatlón. "Lo que peor llevo es la bici porque dedico menos tiempo a salir por el clima asturiano y la falta de tiempo", confiesa. Para él es vital hacer deporte en un trabajo tan sedentario como el suyo. Le mueve el ejercicio físico y la recompensa se ve traducida en un palmarés nada desdeñable: tres platas en campeonatos europeos de triatlón y un bronce en duatlón. "Las medallas son lo de menos, lo más importante es la gente que conoces en toda España y que ya son auténticos amigos", destaca.
A escasas horas de participar en esta competición mundial, los días 10 y 14 de agosto, recuerdan anécdotas de otras pruebas deportivas a las que han acudido. Todos buenos. El amor por el deporte y las experiencias positivas de estos viajes son el motor de este grupo. Aprovechan sus vacaciones para acudir a las competiciones y costean la mitad del viaje con su suelo.
Entre las inscripciones, los vuelos, los seguros, la estancia y el alquiler de las bicis, la participación en Los Ángeles asciende a unos 2.000 euros. "La aportación de nuestros fieles patrocinadores nos ayuda a pagar más o menos la mitad del viaje", explica Emilio García. Es subdirector de uno de los grupos de Tráfico de la ciudad y acude a Estados Unidos a participar en una media maratón para mayores de 50 años y dar un relevo en una prueba de triatlón. "Yo soy el que corro", bromea. Para este atleta lo importante es "transmitir que la policía está en forma y no sólo pone multas". Entrena todos los días de la semana un mínimo de dos horas diarias y cuenta con una plata en el Campeonato de Europa de 2012 y un oro en 2010.
Todo el equipo ovetense lleva en su mono de triatlón el escudo de la Policía Local de Oviedo y el color azul de la bandera de Asturias para demostrar al mundo entero que los agentes se mueven.
Los retos a futuro del club deportivo ovetense es conseguir que la gente joven tome el testigo y entren a formar parte del equipo. En la actualidad son seis y la media de edad es de 50 años. "Ahora está muy de moda el crossfit entre los jóvenes pero no se animan a correr con nosotros", comentan.
Entre sus metas también está recuperar el Campeonato de España de duatlón policial. Una cita que dejó de llevarse a cabo en 2007 a causa de la crisis según explican. "En los campeonatos no sólo lo pasábamos bien sino que vendíamos Oviedo", destaca Castillo, presidente del club de los policías deportistas de Oviedo.
En esta ocasión, toca centrarse en Los Ángeles. Un total de 7.000 atletas participan en los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos dentro de las 24 disciplinas disponibles. La representación ovetense está lista para dejar el pabellón bien alto y disfrutar de la experiencia como si fuese la última.
