"Ya empiezan a ser frecuentes en Oviedo los carteles de ´Cerrado por vacaciones´. La mentalidad de algunos empresarios va entrando, poco a poco, por el aro de las nuevas costumbres laborales. Del mismo modo que cuando en el gremio de hostelería se habló de la ´remota posibilidad´ de implantar el descanso semanal, ahora hay quien piensa que por cerrar el comercio quince días seguidos el negocio se va a pique. Sin embargo, los progresistas se han aventurado a vivir la experiencia y cada verano son más los que imitan su ejemplo".