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La señalización turística pone en jaque a los visitantes: "Lo mejor, Google y preguntar"

"Nadie se informa sobre el Calatrava, pero sí quieren ver la estatua de Woody Allen", afirma una guía que trabaja en Oviedo

Un hombre deja atrás el letrero de Oviedo, en la plaza del Carbayón, junto a un indicativo de la Catedral. RUBÉN VEGA

No intente llegar al casco histórico de Oviedo y a su zona monumental guiándose por los indicativos colocados en la calle. Puede cruzar media ciudad sin encontrarse con un panel que ayude a llegar a la Catedral o hasta San Julián de los Prados. Tampoco le resultará sencillo localizar un autobús que le acerque hasta los edificios prerrománicos del Naranco. Afortunadamente, Oviedo es una ciudad pequeña y sus habitantes son, a juicio de los visitantes, amables y bien dispuestos a la hora de echar una mano. Además, están los planos y aplicaciones de teléfono móvil, que también ayudan a suplir la deficiente señalización de los puntos de interés turístico. "Nos movemos con Google Maps, y en el coche, cuando el gps falla, preguntamos". Así soluciona el asunto de la orientación Juan Cabrera, recién llegado a Oviedo desde Barcelona con su familia. Con un mapa y también preguntando lo hace la alicantina Amparo Cardona, que viaja desde Alicante con su marido y otro matrimonio. Esos son los recursos más utilizados por los turistas que visitan Oviedo, que salvan así las deficiencias de la señalización urbana.

Los guías y el personal de las empresas que ofrecen itinerarios por el casco monumental de Oviedo confirman que muchos turistas les llegan ligeramente "desorientados" y la mayoría pregunta directamente por una oficina de turismo. "Hay cierto aturulle general", comenta una trabajadora. Pocos se interesan por el Calatrava -el Palacio de Congresos de Buenavista-, por ejemplo, y sin embargo, los guías comentan que es muy frecuente que quieran saber dónde está la estatua de Woody Allen, para fotografiarse con ella, y entre las mujeres, sobre todo extranjeras, es muy común que pregunten por la tienda de "Zara".

"La Maternidad" de Botero, en la plaza de la Escandalera, y el "Culis Monumentábilis" -o simplemente, "el culo"- de Úrculo, también despiertan mucha curiosidad entre los foráneos. El Fontán es otro de los lugares por los que suelen interesarse los visitantes de la ciudad, a menudo con la intención de adquirir algún producto en el mercado que llevarse como regalo a su lugar de origen.

Las hermanas sevillanas Gracia y Pepi Ruiz Bernal utilizan una aplicación en el teléfono móvil para guiarse por Oviedo. "Así llegamos bien a todos los sitios, a la primera. Vamos mirando el móvil y buscando las placas de las calles, mirando con atención los letreros", explican. No es la primera vez que las dos simpáticas andaluzas se acercan hasta Asturias. Han estado varias veces en Oviedo, eso les ayuda a orientarse, según dicen, y se muestran absolutamente encantadas con la región: "Cada vez nos gusta más: el fresco, la comida, la gente, la naturaleza...".

Ramón Iglesias también es repetidor. la primera vez que pasó por Oviedo fue hace dieciocho años. Desde entonces, en su opinión, no ha cambiado demasiado pero necesita ayuda para orientarse. No la encuentra en los paneles de la calle sino en los folletos turísticos que lleva en la mano. Además, está la gente: "Los ovetenses son muy amables y enseguida te ayudan". Comparte esa opinión con el resto del grupo que viaja con él desde Alicante, del que forman parte su hermano José y las esposas de ambos, Loti Licián y Amparo Cardona. Ésta última coincide con él en lo que respecta a la amabilidad de los ovetenses, y se muestra encantada con la acogida y lo bonita que es la ciudad.

Estas vacaciones Juan Cabrera y su familia, su esposa Ana Paredes y sus dos hijos, Erick y Noemí, están recorriendo el Norte de España. El viernes llegaron a Oviedo, pasarán unos días por Asturias y luego saldrán hacia el País Vasco. Acostumbrados a la dimensiones y el ajetreo de Barcelona, su ciudad de residencia, manejarse por Oviedo les resulta muy fácil. "Oviedo es muy pequeño y está bien comunicado, perderse aquí no es fácil", opina Ana Paredes.

Sin prisas y sin nervios, la falta de indicativos de las zonas de interés turístico en las calles no llega a amargar la estancia a los visitantes, aunque sí les facilitaría la estancia. "La poca señalización casi nos causa más problemas a los que venimos a trabajar desde otros lugares de Asturias", comenta una joven, que se desplaza a diario a Oviedo para trabajar con los turistas. Pero ese ya es otro asunto.

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