"¿Y de fabas cuánto llevamos?". Esta es una de las preguntas más frecuente estos días en las tiendas gourmet de la ciudad. Los visitantes preguntan por cantidades, por clases y por el modo de prepararlas. "Los preparados son lo que mejor se vende porque en un paquete lo tienen todo, luego solo hace falta saber cocinarlas", afirman los vendedores de las tiendas del casco antiguo. La sevillana Sonia Sánchez compró un preparado de fabada, que contiene alubia manteca de Navia y compango del Alto Nalón. A pesar de los casi 40 grados que tienen en Sevilla, "seguro que la fabada entra allí estupendamente", dice al salir del establecimiento. Está pasando unos días en Castropol, con Margarita Maldonado y Pelayo Lozano, en casa de María Eulalia Lucio-Villegas, quien las aconsejó sobre qué productos típicos llevarse al sur. También los valencianos Francisco Espert y su mujer María Isabel Company eligieron un paquete de preparado de fabada, eso sí, "llevamos dos botellas de sidra para tomar con los amigos en Valencia", dicen durante su segundo viaje a la capital, "y repetiremos".

La mayoría de los turistas dejan las compras para el último día "porque así los productos no se estropean", comenta el cordobés Bernardo Simón, junto con su mujer Pilar de las Heras mientras busca un restaurante para comer tras dar un paseo por el rastro. "Hemos estado mirando las tiendas de esta zona porque queremos llevar quesos y otros productos para la familia", explica su mujer.

Los quesos asturianos son uno de los principales alicientes. Entre todos los posibles hay dos que se llevan la palma, según dicen los vendedores: el de "Gamonéu" y el de "Teyedu". El queso "de Gamonéu" es elaborado con leches crudas de vaca, oveja y cabra, y madura encerrado durante años en el subsuelo de la aldea que le da nombre, y salió en un programa de Televisión Española, lo que le otorgó más fama. "Desde que salió en la tele, es el producto estrella. Entran pidiéndolo", comenta Carlos Miró, dependiente de una tienda de productos asturianos en la calle Cimadevilla. El otro queso que también triunfa es el queso de Cabrales Teyedu, que actualmente ostenta el premio al mejor queso del mundo.

Los asturianos tienen fama de "llambiones" y también los turistas que visitan Oviedo se dejan seducir por los postres asturianos. Las moscovitas son el dulce por excelencia entre los visitantes que se las llevan en cajas de cuartos y medios para sus familiares y conocidos las prueben. Otro dulce que se vende en abundancia es la "asturcilla" una crema de cacao y avellanas ecológica que se produce en Cabranes, relativamente novedosa.

Sidra, que cuanto menos filtrada esté mejor, chorizos, tanto de cerdo como de venado o de jabalí y casadiellas son otros productos asturianos que llenan las maletas de los visitantes.

Pero no todo es comer, y son muchos los que siguen comprando los souvenirs tradicionales, como Amparo Govantes, de Tenerife y casada con un ovetense, que aprovecha sus vacaciones en la ciudad para comprar regalos como imanes, dedales, tazas o camisetas con frases asturianas para la familia. "Son regalos muy socorridos, sobre todo para los niños", comenta.