¿Cuáles son los libros para el verano de los ovetenses? Para responder a este interrogante se abre un debate entre bibliotecarias, libreros y componentes de los clubes de lectura de la ciudad. Coinciden en llevar libros ligeros a la playa, pero por una cuestión de peso no de contenido. Los colectivos ligados a la cultura literaria no creen que exista un tipo de libro perfecto para las vacaciones, aunque sí estiman que hay gente que escoge lecturas más livianas para la época estival.

Si hay un libro estrella en la mesita de noche de los ovetenses este verano ése es la antología "Poemas escogidos" del polaco Adam Zagajewski, premio "Princesa de Asturias" de las Letras. Desde los clubes de lectura asturianos potencian cada año a los galardonados de cara al encuentro que mantienen con el autor en octubre.

Mariluz Naredo y Elena Villanueva, pertenecen al club de lectura de Pumarín y, además del libro del polaco, procuran aprovechar sus vacaciones para leer todo lo que no les da tiempo durante el año. A la playa se llevan un libro poco pesado y, aunque dejan claro que no es su caso, reconocen que "hay gente que no quiere darle mucho al coco durante el verano".

En el ranking de las lecturas de los ovetenses durante julio y agosto se encuentran, además del polaco, los textos de Dolores Redondo, un tipo de novela negra que convence a los aficionados. Su última obra, "Todo esto te daré", distinguida con el premio Planeta 2016, y la "Trilogía del Baztán" están agotados en la biblioteca de La Corredoria, tal y como relata su encargada, Teresa Hevia. Lo mismo ocurre con "Patria", de Fernando Aramburu. "Tenemos dos ejemplares y los dos están prestados y tienen varias reservas", comenta. A pesar de que el ritmo de préstamos se ralentiza durante los meses de verano, porque los ejemplares se pueden tener durante un mes en casa, las obras de Redondo y Aramburu baten récords.

La novela negra tiene mucho tirón en la ciudad. Algunos títulos como "La canción de las sombras", de John Connolly, o "Secretos imperfectos", de Michael Hjorth, son los libros de este género que más leen los ovetenses, tanto en verano como en invierno. Otra de las tendencias atemporales que aprecian los libreros y bibliotecarios de la ciudad es el interés por la literatura japonesa. Destaca, por ejemplo, el libro de Aki Simazaki, "Hozuki, la librería de Mitsuko".

La propuesta más demandada entre los jóvenes de la ciudad es la obra de James Patterson "Los peores años de mi vida". Por su lado, la escritora Elisabet Benavent triunfa entre el público joven y femenino con la mayoría de sus obras. Esta temporada, sus dos últimas creaciones -"La magia de ser Sofía" y "La magia de ser nosotros"- son de los títulos más pedidos en las bibliotecas.

En lo referente a la literatura infantil, "El diario de Greg", de Jeff Kinney, o "El genial mundo de Tom Gates", de Liz Pichon, son algunos de los libros más solicitados. También hay literatura para los niños y niñas de hasta 3 años en las maletas de vacaciones de los ovetenses. Los más leídos son los de Elsa Punset, dedicados a trabajar la inteligencia emocional.

Las tendencias de préstamo difieren de los ejemplares que se venden en las librerías. Al menos, esa es la visión de Concha Quirós, de la librería Cervantes. "En verano no vendemos libros de gran éxito; al contrario, salen cosas más especiales", apunta. La explicación la encuentra esta veterana librera en que los turistas vienen buscando títulos que no encuentran en otros sitios. A estas ventas especiales se suman las de los ovetenses que compran cuatro o cinco títulos para llevarse en sus vacaciones.

Entre las recomendaciones de los libreros y bibliotecarios se encuentran algunos ejemplares menos conocidos, pero "muy interesantes". "La sed" de Jo Nesbo, cantante del grupo de rock noruego Di Derre, o el "Alma y la isla", de la ovetense Mónica Rodríguez, son algunas de las sugerencias. Potenciar a los escritores locales es un reto.