Los continuos y repentinos cambios de temperatura amenazan la integridad de algunos árboles del Campo San Francisco. Al menos, eso aseguran los técnicos de parques y jardines encargados de investigar las causas de la inesperada caída, el pasado domingo por la tarde, de dos grandes ramas de un castaño centenario ubicado en una zona verde próxima al Escorialín. Los expertos consideran que los vaivenes en el termómetro afectaron de manera directa a la hidratación de las cañas, provocando que se precipitaran "de manera impredecible", aunque sin llegar a causar daños personales. De momento, los empleados municipales podarán el ejemplar dañado de manera urgente para evitar más problemas.
Numerosos peatones que se encontraban en el parque poco antes de las siete de la tarde del domingo presenciaron como dos cañas de considerables dimensiones se resquebrajaban del tronco del árbol, cayendo sobre una zona verde en la que, afortunadamente, no había nadie en ese momento. De manera inmediata, agentes de la Policía Local se trasladaron al lugar y comunicaron lo sucedido al personal de parques y jardines, que procedió a investigar las causas de un suceso inesperado, dada la aparente buena salud del ejemplar.
Los trabajadores municipales certificaron que se trata de un árbol de entre 80 y 100 años de edad y que la madera, tanto la del tronco como la de las ramas, estaba " sana". Por este motivo, consideran que el suceso es achacable a los cambios de temperatura, que habrían afectado directamente a la hidratación de las numerosas ramas con las que cuenta el árbol en su parte alta, provocando que se resquebrajasen dos.
En su visita al Campo, los expertos municipales en jardinería y botánica corroboraron que los árboles de la zona se encuentran en buen estado. De todos modos, decidieron que se acometa una poda urgente de las ramas situadas en la parte alta del castaño, con el objetivo de evitar que puedan correr la misma suerte que las retiradas el domingo. "Se trata de medidas de prevención, ya que, en principio, se descartan riesgos inminentes", señalan las fuentes municipales consultadas.
El suceso pilló de sorpresa a los encargados del mantenimiento del emblemático parque, pues, según señalan, recientemente se acometieron diferentes podas para retirar las ramas que corrían riesgo de caer al suelo. Aun así, los técnicos reconocen que los trabajos se centraron en las copas de los árboles que sobrevuelan las zonas de paseo, mientras que en aquellos ejemplares que cubren las zonas verdes se levantó más la mano para garantizar zonas de sombra. Eso sí, según precisan estos profesionales del Ayuntamiento, tratando de garantizar al máximo la seguridad de los usuarios del "pulmón verde" de Oviedo.
Fuentes municipales reconocen que es posible que la zona verde en la que se enclava el castaño afectado se mantenga acordonada, al menos, hasta que se ejecuten los trabajos de poda con los que se pretende eliminar cualquier posibilidad de que nuevas ramas caigan sobre la superficie frecuentada por los usuarios.
