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El hotel que hizo historia de Oviedo

El Principado, a punto de cumplir 80 años, frecuentado por artistas y políticos tras su apertura en la posguerra, es toda una institución en la ciudad

El Principado en la actualidad. MIKI LÓPEZ

Oviedo empezaba a dejar atrás las penurias de la Guerra Civil y los duros años que siguieron cuando el hotel Principado abrió sus puertas. Los años cuarenta avanzaban y la vida social y cultural se iba reponiendo. El Principado, de camino entre el Oviedo moderno y su casco histórico, estaba en el lugar adecuado y se inauguró en el momento preciso. Pronto se cumplirán los 80 años de su apertura, que la actual gerencia quiere celebrar por todo lo alto, y a día de hoy es una referencia indiscutible en la historia ovetense. Por él desfilaron políticos, intelectuales, artistas y toreros; su personal tenía profesionalidad y personalidad y en sus salones se escenificaban encuentros políticos y empresariales.

La familia Fernández Doral, que había sido propietaria del hotel Covadonga, arrasado por un gran incendio, se hizo cargo del Principado, que tuvo varios emplazamientos hasta ocupar el actual, siempre en la calle San Francisco. El periodista Carlos Rodríguez es autor del libro "Historia del hotel Principado", que se reeditará ampliado con motivo del aniversario. En él registra como la primera mención al establecimiento un anuncio publicado en la prensa local en octubre de 1938 hablando de "la próxima apertura del Gran Hotel Principado". Alfredo García Rodríguez fue su primer director y el palentino Emiliano Ortega el primer cocinero que figura en el libro de matrícula del hotel. La cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve, lo sitúa en el número 8 de la calle San Francisco y con el número de teléfono 1457.

El servicio era excelente, la cocina tenía fama y tampoco hay que dejar pasar, para entender bien el éxito que tuvo entre la alta sociedad ovetense, que esposa del jefe de Estado, la ovetense Carmen Polo, tenía una suite permanentemente reservada en el Principado, en la que se alojaba cada vez que visitaba su ciudad natal.

Ignacio Gracia Noriega cuenta una divertida anécdota al respecto. Antes de que Carmen Polo llegara a la ciudad la Policía hacía redada entre los rojos "más notorios". Óscar, un camarero del Principado que nunca ocultó sus ideas de izquierdas, quedaba libre porque, con su "estilo impecable", solía ser el encargado de servir a la esposa de Francisco Franco el lenguado "meunier", que era especialidad de la casa.

Por las habitaciones del hotel Principado pasaron en sus años de máximo esplendor el escritor Alejandro Casona, cantantes de ópera como Mario del Monaco, Montserrat Caballé o Gianna D'Angelo, los actores José Isbert y Raf Vallone -al que los periodistas le desinflaron las ruedas del coche para retenerlo y conseguir así hacerle unas fotos-, toreros como Juan Benítez, El Cordobés; políticos como Pedro Saiz Rodríguez y José María Gil Robles, e incluso el presidente de Argentina, Juan Domingo Perón. La nómina de ilustres es interminable y llega hasta la actualidad.

El Principado tuvo grandes clientes y grandes profesionales, Uno de ellos fue Enrique Moradiellos, padre del historiador que lleva el mismo nombre y que, según Gracia Noriega, en las cenas de Tribuna Ciudadana, después de servir la mesa, se sentaba en un rincón a escuchar los coloquios.

En marzo de 2015 el Principado, que ahora está en manos del grupo asturiano Plenus Alianza que opera bajo las siglas de la cadena NH, afrontó una reforma que le permitió acceder a la cuarta estrella. Amplió el número de habitaciones y modernizo sus instalaciones. Situado enfrente de la sede histórica de la Universidad e inmerso en el ritmo vital de la ciudad, mantiene con ella un vinculo que hace de él, más que un hotel, toda una institución en Oviedo.

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