Los últimos cinco usuarios que se niegan a abandonar El Asturcón, como les pidió el Ayuntamiento de Oviedo tras aprobar el cierre de las instalaciones a partir del 1 de mayo del pasado año, se muestran profundamente molestos con el Consistorio, después de que les reclamase pagos por más de 30.000 euros por mantener sus caballos en las instalaciones durante los últimos quince meses. Los propietarios de los animales, que niegan ser unos "okupas", consideran "obvio" que "el centro no se mantiene abierto por nosotros" y creen que se les quieren imputar gastos generales de las instalaciones que no les corresponden.

Aunque dicen estar "orgullosos" de ser vecinos de la asociación que se encarga de impartir sesiones de hipoterapia y de los trabajadores del plan de empleo, estos usuarios quieren dejar claro que no se les pueden atribuir gastos de 2.000 euros por mes y persona. Defienden que esas cifras no son acordes a la actividad diaria que realizan, que se a limitaría a cuidar de los animales y pasearlos por el parking.

Por ello, no dudan en desgranar sus gastos y compararlos con los de otros servicios, como el de hipoterapia. Recuerdan que su consumo de luz se limita a una hora diaria en la nave del centro, entre los meses de octubre y marzo, para dar la cena a los caballos. Por contra, sostienen que los terapeutas mantienen encendidas, en ese mismo periodo, las luces de la nave, las de la oficina y las de los picaderos. "Incluso al marchar, casi todos los días lo dejan todo encendido", apuntan.

En cuanto al consumo de agua, los propietarios aseguran que a los caballos particulares sólo se les lavan las patas, salvo los días de mucho calor, cuando se someten a un baño. Sería, a su juicio, un gasto mucho menor del que imputan a hipoterapia. A lo que ya que hacen los particulares, aseguran que habría añadir el riego de dos picaderos, el llenado de bañeras dos veces al día los fines de semana y la rotura de un registro. Asimismo, recuerdan que los cinco caballos privados sólo utilizan sus boxes, mientras que hipoterapia se sirve de picaderos y tiene acceso a la salida hacia la ruta para paseos.