El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, recibió ayer en Oviedo la presidencia de honor de la asociación que agrupa a los gallegos residentes en el Principado con un llamamiento a estrechar las "buenas" relaciones institucionales que mantienen ambas comunidades autónomas. "Tenemos que hablar más y colaborar más, porque así el Noroeste será más fuerte", subrayó el dirigente popular durante un acto celebrado en el Auditorio y en el que también recogió la medalla de oro y brillantes de la asociación "Día de Galicia en Asturias" de manos de su presidente, Manuel Fernández Quevedo. Feijóo, que colocó la demografía y las infraestructuras en la agenda de cuestiones comunes, cifró en 23.000 el número de gallegos afincados en la región y agradeció "al pueblo asturiano la gran acogida prestada" y un "cariño" que ve mutuo. "No conozco a un solo gallego que hable mal de Asturias", afirmó.

A la conclusión de una misa celebrada en la Catedral, y antes del acto del Auditorio, el presidente de la Xunta reclamó la conclusión de los tendidos de alta velocidad ferroviaria de una zona Noroeste, que, según indicó, "no necesita más que nadie, sino lo mismo que los demás". "No parece razonable que en otros territorios tengan AVE desde hace treinta años y que aquí sigamos hablando de él", añadió Feijóo, quien también reivindicó, una vez conseguida la conexión con Madrid, la mejora del tren por la Cornisa. Eso sí, abrió la puerta a que no se trate del AVE que prometió el PP de Aznar tras el desastre del "Prestige" y que todavía figura, sin plazos ni presupuesto, en los programas estratégicos de Fomento. "La fórmula para unir la Cornisa es algo que tenemos que ver, porque el dinero es un bien escaso y susceptible de usos alternativos, pero ese proyecto no puede ser archivado y debe seguir, de la misma forma que nunca debimos permitir un retraso tan grande en la Autovía del Cantábrico", subrayo Feijóo.