La ciudad de Oviedo despide el verano y da la bienvenida al otoño con un espectáculo "a la vanguardia de la pirotecnia". Los tradicionales fuegos artificiales de San Mateo, previstos para la medianoche de hoy, otorgarán en esta ocasión protagonismo a "los tonos crema" y a nuevas figuras como las "hojas que caen" en lo que supondrá "un adiós artístico" a la temporada estival.

La organización de los fuegos, a cargo de la empresa de Cangas del Narcea Pirotecnia Pablo, anunció ayer que se lanzarán al cielo más de 33.500 cohetes repartidos en 60 secciones cuya sincronización corre a cargo de un sofisticado sistema digital, que coordinará 960 órdenes de lanzamiento, algunas con diferencias de apenas centésimas de segundo entre algunas de ellas.

La principal novedad de este año es la inclusión de modernas figuras como las propias "falling leaves", las flores japonesas o las lluvias de crackers, que se sumarán a otras cada vez más habituales como los diablos o las medusas. "Está pensado para que guste a todos los públicos", señala el ingeniero técnico Raúl Álvarez, integrante de un equipo de diez personas que a las diez de la mañana se desplazará a la capital para iniciar los preparativos.

Todo ello contará además con un plan especial de seguridad que comprende desde el montaje hasta la posterior limpieza e incluye cortes de calles como Muñoz Degraín, González Besada o Pedro Masaveu.