Las "graves" y "múltiples" deficiencias detectadas en la protección contra incendios obligan a cerrar, al menos parcialmente, el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. Así consta en una resolución firmada por el alcalde, el socialista Wenceslao López, basada en un informe realizado por el arquitecto José Luis Pérez-Lozao. Según los técnicos municipales, del análisis realizado por este especialista, asesor del Colegio de Arquitectos de Asturias, se desprende que el recinto es "inseguro en caso de incendio" y que "su uso resulta incompatible con la necesaria protección de los ocupantes" ante un siniestro de esa naturaleza, por lo que "no resulta posible" mantenerlo en servicio "sin que la seguridad de los usuarios se vea gravemente afectada".

Se da la circunstancia de que el informe de Pérez-Lozao ya estaba en el Ayuntamiento a mediados del pasado mes de agosto. Sin embargo, y pese a sus advertencias sobre la seguridad en caso de incendio, el Auditorio, que sigue abierto y sin incidencias en su programación, acogió la semana pasada un multitudinario concierto de Dani Martín Interpelado ayer por tal circunstancia, López se remitió a las opiniones de "los técnicos".

El Alcalde reconoció que las deficiencias advertidas en el Auditorio son "múltiples" y recordó que, hace 18 años, el Gobierno regional planteó una serie de reticencias a la apertura del recinto que fueron rechazadas por los tribunales. En todo caso, "dada la gravedad" de los problemas y "sus posibles consecuencias", López anuncia un "expediente de exigencia de responsabilidades" a "los responsables del proyecto del Auditorio, de su construcción, de los incumplimientos realizados en la ejecución del proyecto y de su apertura"

Además de en el reciente informe de Pérez-Lozao, la resolución del Alcalde sobre el Auditorio también se fundamenta en otro estudio, fechado en mayo de 2016, para la redacción del plan de autoprotección del recinto. En el mismo ya se ponen de manifiesto deficiencias en los dispositivos contra incendios "en todas las plantas del edificio", sin que se tomasen medidas al respecto. Según el regidor, las "dudas" surgidas ante este primer informe motivaron el encargo al asesor del Colegio de Arquitectos, institución que se desvinculó ayer de un estudio que ha sido elaborado por el profesional a título particular. El análisis recoge carencias en la compartimentación del recinto, tanto de la sala principal como de la polivalente o de los ascensores; problemas para la evacuación del público, por un "insuficiente dimensionado y protección de las escaleras", y un deficiente comportamiento ante el fuego de los elementos constructivos y de los materiales. Así, por ejemplo, la cubierta inclinada de chapa "no alcanza la resistencia al fuego requerida".

La previsión inmediata del tripartito pasa por aprobar en la reunión de la Junta de Gobierno del viernes un estudio para redactar un "plan de usos máximos" del Auditorio. Su objetivo es "determinar la posibilidad de utilización parcial de las instalaciones en unas condiciones aceptables de seguridad". En principio, el encargo también sería para Pérez-Lozao. A partir de ahí, se pondría en marcha, por el trámite de urgencia, el proyecto de las obras a realizar, "con planificación y un cronograma". Además, queda por definir un plan de ocupación del Auditorio en caso de que no se cierre totalmente al público, en el que se tendrán en cuenta los eventos a cancelar y los compromisos adquiridos.

La semana que viene se constituirá en el Ayuntamiento una comisión de técnicos y políticos que se encargará de coordinar todo el proceso para garantizar la seguridad del edificio.