El concejal de Economía y Turismo del Ayuntamiento de Oviedo, Rubén Rosón (Somos), desconocía ayer por la mañana el último informe que, según la Alcaldía, recomienda el cierre de un recinto que entra dentro de sus competencias de gobierno. Pese a esas advertencias sobre la falta de garantías de seguridad en caso de incendios, y a la espera de lo que decida el estudio sobre usos máximos permitidos que va a encargar el tripartito en la Junta de Gobierno de este viernes, Rosón mantiene la programación prevista en el edificio. Eso sí, el edil de la marca municipal de Podemos aprovechó para criticar a los anteriores gobiernos locales del PP, que, según indicó, "hacían poco o nada por el mantenimiento" de los equipamientos públicos.

Quien sí movió ficha fue la concejala de Educación, Mercedes González, también de Somos, quien afirmó que, "bajo su responsabilidad", los niños y niñas de los centros escolares no acudirán a realizar las actividades programadas en el Auditorio "hasta que el problema actual se solucione". Así, anunció que las próximas actividades con títeres serán en el Campoamor.

Riesgo del Campoamor

Se da la circunstancia de que los informes municipales también han detectado este mismo año deficiencias en el Campoamor desde el punto de vista de la construcción y de la sectorización del público, así como por las "dificultades" que supondría una hipotética evacuación del recinto. La situación del coliseo ovetense, que este año celebra su 125º aniversario, obligó al tripartito a encargar de "urgencia" un plan de autoprotección para el edificio, con una inversión de 3.000 euros. La previsión de que esté operativo a lo largo del año que viene.

El Campoamor ya dispone de un plan de autoprotección redactado en 2003 y que fue revisado en 2012. Sin embargo, un informe del servicio de Prevención de Riesgos Laborales puso de manifiesto la necesidad de actualizarlo.